Un buen amigo, ex-concejal él, me llama la atención, con cariño siempre, porque entiende el hombre que me tomado con cierta mofa, vulgo cachondeo, el viaje de nuestros ilustres a Sevilla en tren. ¿Y cómo, pregunta uno, se puede tomar la odisea de viajar a Sevilla de estos señores en los vagones de hierro de Adif? Y no me refiero, como pueden ustedes comprender, a los ciudadanos que a través de una asociación como Asafal vienen reivindicando un tren digno para la Almería del siglo XXI. Me gustaría que vieran ustedes las fotos de los padres de la patria, los del viaje a la tierra de María Santísima, y sumaran los años que llevan metidos en política, viviendo del erario público, de los impuestos que pagamos los contribuyentes. No se trata de dar nombres, tampoco se les va a caer la cara de vergüenza, no crean, pero algunos, más de uno y más de dos, llevan viviendo de los presupuestos algunas décadas, dos, tres. Sus partidos, esos que les tienen dentro de las cuentas públicas, han pasado por el poder o lo mantienen con férrea mano, y nos podrían contar o explicar lo que han hecho en estos más de veinte años por los trenes que comunican Almería con el mundo. El que ahora se suban a un tren y pongan cara de circunstancias, o lancen a los cielos miradas y gritos de que no hay derecho, lo único que nos provoca es mofa o vulgo cachondeo. ¡Váyanse a freír espárragos, caballeros! 
Lo siento querido amigo, pero me parece de pena, de mucha pena, que ahora nos salgan estos políticos de toco y mocho rasgándose las vestiduras. Que les den, ojo, con una piedra en las espinillas y les condenen a viajar todas las semanas en ese mismo tren a Sevilla, y uno parecido para que los otros colegas vayan a Madrid. Un par de meses metidos en esos vagones y con ese traqueteo, bajando y subiendo de los vagones y seguro que entonces sus gritos sí que se oyen en los parlamentos. No esté tan seguro. ¿Cómo que no? Depende. ¿De qué depende? Depende de lo que les permita doña Susana o don Mariano a través de las órdenes dadas al señor Sánchez Teruel y al señor Amat.  Pido perdón, pero no me puedo tomar en serio el viaje a Sevilla de nuestras fuerzas vivas de hace un par de semanas. Lo siento. Ahora nos dicen que mañana van a Madrid a hablar con los representantes de los ciudadanos. ¿Viajan los mismos?