El primer pleno de los nuevos tiempos y tos liberao
Se esperaba con cierta expectación el primer pleno de la nueva corporación municipal. Se repartían liberaciones, sueldos, asesores y organigrama municipal entre sus señorías. Algunos esperábamos que la oposición ofreciera las llamativas alternativas que ha ofrecido durante la campaña. Ni una. Sólo se oyó la voz del alcalde y la del secretario. Los demás: ¡Tos muos! Pobres míos, han debido pasar mala noche y se les ha tomado la voz. Está visto que son los mismos aunque algunos se presenten con distinto carnet de partido. Mucha promesa antes del 24 de mayo para conseguir el voto, pero tras la toma de posesión del 13 de junio, los mismos modos y las mismas componendas cuando de hablar de sus sueldos y prebendas se trata. Creíamos que la nueva corporación, con todo lo que nos han contado de nuevos tiempos y de que han entendido lo que querían los ciudadanos nos iban a ofrecer una imagen distinta, más abierta, pero no ha sido así. ¡Tos liberaos!
En el pleno nada se dijo de los sueldos, del número de asesores, o de los emolumentos fuera de las liberaciones. Líneas gruesas, pasar con pies de plomo y en silencio sobre estas cuestiones y aprobaciones por unanimidad y en seis minutos a casa. ¿A cómo nos sale el minuto de edil? No estaría mal que algún matemático nos hiciera las cuentas. Salen más caros que el bellota de 5 jotas y el caviar iraní juntos. ¿Dónde está la transparencia, el cambio ofrecido? ¿Dónde estaban las voces discordantes de los nuevos, los que dijeron que llegaba una nueva forma de hacer política? Qué pronto se olvidaron de los ciudadanos. Estaban hablando de sus sueldos y era preferible guardar silencio. Señor Cazorla, tan parlanchín antes del pleno y cuando tiene la posibilidad de convencer que con usted entra savia nueva y dispuesta a ahorrarle dinero al contribuyente, el silencio es lo que nos ofrece. ¡Tos liberaos!
Eso es lo único importante: ¡Tos liberaos! Algunas promesas discordantes en la toma de posesión que llamaron la atención, pero cuando de verdad tienen que hablar de la defensa del bolsillo del ciudadano, ese que con sus impuestos, tasas y precios paga sus sueldos: ¡Tos muos! Era el día de hablar. ¡Qué pena! Hasta el alcalde se equivocó, y eso que habló poco, el pleno de posesión fue el día 23 de no sé qué mes.