Palomitas mojadas de realidad
La expansión de la humanidad a través de la migración es tan antigua como nuestra propia especie la cual, si no fuera por esta necesidad intrínseca y vinculada a la propia búsqueda de la pervivencia, quizás habría desaparecido. Por esto, que en pleno siglo XXI no hayamos conseguido paliar los aspectos más negativos de esta actividad humana, dice mucho, no solo de quienes han tenido y tienen el mandato ciudadano para gestionar lo que a todos nos incumbe, sino también de todos nosotros. Mientras unos se afanan en ir a las puertas de la casa del ex vicepresidente Rato para poder filmar cómo se lo llevaba detenido la policía, nuestras retinas aún lloraban la tragedia de más de siete centenares de personas de origen libio en la zona del canal de Sicilia. La primera es la cara de la desvergüenza de quienes quieren tomarnos por idiotas, la segunda es la desvergüenza de una Europa y unas Naciones Unidas deshumanizadas, que parecen coaligadas con intereses económicos de regímenes tiranos, incapaces de dar soluciones a los verdaderos problemas del Mundo hoy, que tratan de mirar para otro lado buscando responsabilidades, dejando a su suerte a millones de personas con nombre propio, en manos de perversos gobernantes y miserables que venden una plaza de embarcación en dirección a un destino incierto abocado a la tragedia. ¿Cuántos exigimos hoy, no solo que no se apropie ningún representante público de lo que es nuestro, sino también que se cumplan las leyes internacionales?, ¿cuántos velamos por la solidaridad y humanidad para con nuestros iguales?, ¿cómo exigimos que se ayude al desarrollo, se lleve el conocimiento y se propicie la caída de regímenes totalitarios allí donde se necesita? Es tiempo ya de manifestarse ante tanta injusticia que dinamita nuestros principios morales, en las urnas, en las calles, en nuestro ejemplo diario… y dejar de lado las sesiones programadas de palomitas en mano, aire acondicionado, asientos cómodos y pantallas espectaculares que nos ayudan a seguir divisando la película de la realidad más cruel que el ser humano estamos rodando a diario.