Mentiras, enredos y hospitales
“El sostenimiento prolongado de un embuste supone la necesidad de generar nuevas falsedades”
El sostenimiento prolongado de un embuste supone, para el mentiroso, la inevitable necesidad de generar un entorno de nuevas falsedades que acomoden y permitan el crecimiento natural de su engaño inicial. Esa urdimbre, tan fastidiosa e incómoda, no sólo no se para sino que crece y crece hasta llegar al extremo grotesco de que el falsario acabe creyendo firmemente en la veracidad de su trola primera y que ni la evidencia más palmaria pueda descabalgarle de su planteamiento. Lo digo porque me ha llamado la atención la escalada del enredo que la Junta de Andalucía está pretendiendo dar ahora al prometido y olvidado hospital materno-infantil de Almería, sobre el que acaba de anunciar un “cambio de proyecto” para poder adaptarse a las normativas europeas que posibiliten su inclusión en un programa de subvenciones que faciliten la llegada de fondos para su construcción. Ya decía al principio que mantener un embuste es un ejercicio costoso que acaba requiriendo grandes dotes de creatividad. Recordemos que este hospital fue presentado en campaña electoral en 2007 -sin proyecto pero con maqueta- por el entonces presidente Chaves. Que ha pasado el tiempo y que tan sólo hay una primera piedra puesta con boato mediático. Que la Junta ha reiterado que el proyecto estaba presupuestado y que incluso había librada una partida para su construcción, sin que se sepa qué ha pasado con ese dinero. Que la obra se quedó en esa primera -y última- piedra. Que la Junta insiste en que el hospital es una prioridad aunque no se haya puesto un ladrillo. Que hace poco la consejera de Salud dijo respecto al hospital que una cosa era el deseo y otra la realidad económica. Después que la culpa de que no se hiciera la tenía el PP. Y ahora, que van a cambiar el proyecto para que lo subvencione la Unión Europea. Desde luego, si fueran tan habilidosos a la hora de gestionar como a la hora de contar mentiras… la de almerienses que habrían nacido ya en ese “hotel para madres” que anunció el PSOE.