Sopa de candidato en lata
La clave está en saber qué demonios entiende este señor por “definir un nuevo marco de convivencia”
Enfrascado en un acelerado proceso de deconstrucción motivado por el pánico a perder votantes enganchados a la coleta de la utopía, el PSOE ha emulsionado un nuevo liderazgo basado en vender el producto antes que la marca. Y ahí tenemos a Pedro Sánchez, tirando de manual zapateril para ir diciendo a la gente justo lo que más le apetece oír en cada momento. Y lo peor es que, igual que el Inolvidable en sus buenos tiempos, también parece poner el pie a diario en la luna con pequeños grandes saltos para la Humanidad. Así, a pocos días de ser ratificado por el Congreso del PSOE y en vísperas de la entrevista entre Mariano Rajoy y Artur Mas en la que se pueden dilucidar aspectos claves del futuro de la cuestión catalana, el nuevo líder socialista acaba de decir que “España necesita una nueva generación de políticos, entre los cuáles yo me represento y me incluyo, que definan un nuevo marco de convivencia territorial, social y económica en nuestro país.” No me digan que no suena bien. La clave está en saber qué demonios entiende este señor por “definir un nuevo marco de convivencia” o si simplemente nos ha regalado una frase. Otro como él dijo no hace mucho, refiriéndose a este mismo asunto, que aceptaría “cualquier estatuto” que le enviasen desde Cataluña porque él era el campeón mundial del buen talante y todo eso. Y vaya si le hicieron caso: ahí tenemos ese pedazo de estatuto sobre la mesa. Andy Warhol, ese gran descarado, decía que el artista es alguien que produce cosas que la gente no necesita tener pero que él, por alguna razón, piensa que sería una buena idea darles. Y ahí encaja bien la figura artística de Pedro Sánchez: la lata de sopa que España necesita. O eso cree él.