El parque natural Cabo de Gata-Níjar ha sido seleccionado como una de las siete maravillas naturales de España. Uno de los principales atractivos con los que cuenta la provincia de Almería se ha colado entre las preferencias de los internautas que han estado votando durante varias semanas una iniciativa promovida por una compañía de seguros.

Este parque natural, del que forman parte los municipios de Almería, Níjar y Carboneras, se ha convertido con el tiempo en nuestra mejor carta de presentación desde el punto de vista turístico para una provincia que, desde esa peculiaridad natural, ha de hacer prevalecer este recurso frente a otros destinos que solo pueden aportar la tradicional oferta de sol y playa, sin más atractivos que los diferencien. Con esa perspectiva, el Ayuntamiento de la capital parece haberse dado cuenta - es verdad que muy tarde - de que el municipio tenía también mucho que decir sobre el parque natural y, en sus escasas iniciativas promocionales, ya comienza a mostrar imágenes de este imponente ‘producto’ al que desde el Consistorio le han dado tradicionalmente la espalda.

Imagino que lo que ha ocurrido hasta ahora ha sido que el cuidado de nuestro entorno, la limpieza de las playas, el transporte público y otros menesteres que acompañan a las competencias municipales en estas materias, han inclinado la balanza hacia el recorte de esos gastos, sin caer en la cuenta de que en realidad, si se hubieran aplicado en esas tareas, esas partidas económicas se hubiesen rentabilizado como una fabulosa inversión.

En ese campo, el Ayuntamiento tiene todo el camino por recorrer si quiere que las cosas comiencen a cambiar desde el punto de vista turístico. Cabo de Gata se merece toda la atención que puedan dispensarle las autoridades municipales para generar un retorno económico que se antoja indispensable para muchas familias en estos tiempos de paro que corren.