Esperanza  Aguirre está algo desconocida.  Bien  sea porque ya no es presidenta  de la Comunidad de  Madrid  o bien porque se reconoce derrotada  en su pugna por  alcanzar la Moncloa, lo cierto es que sus palabras,  sus actitudes,  son cada vez más sensatas. Este fin de semana le escuché  decir que el Partido Popular debería pedir perdón.  Y lo argumentaba de este modo: E n el  Partido Popular la honradez y la limpieza ética ha sido siempre su timbre de gloria. Hoy tenemos que reconocer que está  muy implicado en asuntos de corrupción. En la memoria de Esperanza estarían sin  duda los casos de Valencia y Madrid  para no hablar de otros algo más alejados.

Alcaldes varios, presidentes de las diputaciones,   altos miembros  de la ejecutiva nacional,   bastante gente relacionada con instituciones  bancarias, empresarios y  famosos  del  pelotazo etcétera, todos   ellos supuestamente comían en la misma mano nefanda. La mejor salida  pues para el partido de cara a las elecciones  , a juicio de  la ex presidenta,    sería  reconocerlo y pedir perdón  públicamente al ciudadano. Es casi con toda probabilidad lo que el PP no hará. Recuérdese  de que  Gürtel  en un principio solo  fue  una  insignificante frivolidad de    unos pocos  trajes. Rajoy defendió  a  Camps como modelo de   integridad  moral   recomendándole   la espera   hasta  que todo quedará  en nada. Algo semejante hizo con Bárcenas.  Con el tiempo la táctica es alargar el  juicio hasta que la materia se haga prácticamente inmanejable ( la instrucción ya alcanza muchísimo tomos) ¿Quién le habrá aconsejado a Correa y al “Bigotes” que no hablen  por no creer  en   la justicia? A este paso   si  los corruptos no son  juzgados  como se  debe,  quien no  creerá en la justicia seremos   los españoles.

De cara a las   elecciones y con el  PP en el gobierno es evidente que lo intentan los estrategas  es  separar  el  partido   de  la trama corrupta. En esencia  se trataría de hacer ver que  Don Vito Correa actuaba aisladamente sin la colaboración de  los políticos conservadores. A estas alturas, venir con ésas  después de lo que sabemos,  va a ser una gran hazaña  jurídica  aunque  ya tenemos  experiencia de cosas peores. Mientras  tanto el partido se siente con fuerza moral para condenar la corrupción en Andalucía. Nada de pedir perdón, culpar al otro, ver  la paja en el ojo ajeno  ocultando la viga en  el suyo propio. Así son ellos desde el principio  de la creación.