El caucho de los miles de neumáticos que ardían en Kiev, teñía el cielo de negro y aquellas nubes sucias eran más que un presagio de la muerte cercana, una confirmación de que la sangre correría por el suelo de las plazas de Ucrania.

Eliminarlos Unos mandan matar y otros morir. Unos y otros se sientan horas después y negocian, se estrechan las manos y apenas se miran, llevan trajes de chaqueta de un azul oscuro muy institucional y corbatas del mismo color, la cara perfectamente rasurada, se diría que un peluquero pasó su tijera minutos antes por aquellas cabezas, y que verían el frio acero de las tijeras sobrevolar delante de sus ojos, sin dejar de pensar que bastaría un sencillo movimiento para  eliminarlos.

Conciencia Alguna desventaja debería tener despachar a diario con la muerte, la conciencia debe alterarse y tornarse sospecha y temor. Si la vida no vale nada nadie puede pretender ser una excepción. Ahora la navaja barbera termina de repasar su cuello, un cepillo suave recorre el rostro y siente unas cosquillas agradables sobre la nuca.

La violencia genera el mercantilismo de los cadáveres. que lo mismo son trasportados a una mesa de negociación para obtener concesiones e insinuar responsabilidades, que  recalan como números y cifras en Europa o Rusia, recelosas en conservar o aumentar sus privilegios e intereses en ese tablero endiablado de ambiciones que impulsa a Ucrania hacia la destrucción.  Hay naciones y pueblos que se quedan atrapados en el punto de mira de la historia, algunos ya han escrito un destino trágico para Ucrania y la acechan como francotiradores, quieren a toda costa que ese espacio angustioso de la mira telescópica sea el único posible.

Nadie puede desentrañar la laberíntica locura y el enredo tortuoso con el que los grandes oligarcas ucranianos, han subyugado a su pueblo desde hace décadas, ellos dirigen desde la sombra o bien directamente y sin intermediarios las  formaciones políticas que gobiernan, el mismo Víctor Yanukovich, presidente de Ucrania ha otorgado a su hijo más del 50% de las licitaciones del estado en estos últimos años, fortunas meteóricas y otras lindezas mafiosas son comunes entre los poderosos.

Inmundicia Al pueblo de Ucrania le corresponde sacudirse toda esa inmundicia que le deshonra, sólo hace falta que lo haga de la forma más inteligente.