Que la economía española comienza a recuperarse es un hecho objetivo       en el que coinciden los principales observadores y analistas de todo el mundo. Y ello no es fruto de la casualidad, ni de alineaciones planetarias ni del abuso retórico de los brotes verdes; es fruto del trabajo serio y responsable del gobierno que preside Mariano Rajoy.  Hace apenas un año, esos mismos foros consideraban difícilmente evitable el rescate financiero de España y se preguntaban cuándo habría de producirse la intervención, al igual que sucedió con otros países de nuestro entorno.

Cumbre Unos meses después, en la reciente cumbre del G-20, Estados Unidos, Rusia y el Banco Central Europeo han reconocido el significativo cambio de la situación de España y el acertado rumbo de las reformas puestas en marcha por el Gobierno. Nadie dijo que fuera a ser algo fácil y rápido, pero el horizonte se está despejando y España ha dejado de ser un problema en el escenario económico mundial para empezar a ser percibida, otra vez, como un ejemplo de cómo pueden hacerse las cosas. Pero lejos de caer en euforias o en improductivas autocomplacencias, Rajoy ha apuntado a que el cambio de rumbo de nuestra economía necesita consolidarse a través del realismo y la prudencia.

Estabilidad Acabar con los despilfarros y conseguir la estabilidad presupuestaria han sido a mi juicio dos medidas claves en el inicio de la recuperación económica. Y ello nos ha permitido ser más competitivos, por lo que podemos volver a exportar más que lo que importamos, lo que nos sitúa por delante de los países de nuestro entorno. Pero sobre todo, y esto es algo que merece destacar, creo que la principal diferencia de la situación de España hace unos meses a la actualidad es la paulatina vuelta de la confianza que poco a poco comienza a verse en los mercados y empresas. Estamos dejando atrás las incertidumbres y volvemos a tener confianza en nosotros mismos. No obstante, no podemos olvidar que todavía tenemos por delante una ardua y complicada tarea.

Peleando Son muchas las cuestiones por las que hay que seguir peleando duro, con la prioridad indiscutible del paro, que aunque se está frenando progresivamente, mantiene aún unos niveles demasiado altos que llenan de preocupación y angustia a muchas familias.

Empeño En ese empeño por mejorar y salir de la crisis, el Partido Popular va a seguir empeñando el mejor de sus esfuerzos, en la seguridad de que el triunfo en esta tarea no será el triunfo de unos pocos o de unas siglas, sino el éxito de todo un país comprometido a regresar al camino del crecimiento y el bienestar.