Está muy claro, los responsables somos nosotros, los ciudadanos que lo pagamos. No te fastidias con el señor alcalde que nos ha tocado en suerte en Almería. El hombre no es responsable. Quiere ello decir don Luis ¿qué es usted un irresponsable? ¿Nos está diciendo que tenemos como alcalde a un irresponsable? Almerienses, ya saben en qué manos estamos a la hora de pagar el Ibi. Y encima ha prescrito lo cobrado de más en el dos mil ocho y nueve, por lo que ya lo puede colgar los recibos y limpiarse con ellos las partes bajas.

Lo van a llevar a la fiscalía, al catastrazo, dice don Pablo, para que se investigue. Ustedes son los que se tendría que sentar ante el fiscal y demostrar si son responsables o no para estar al frente de un ayuntamiento. Búsquense un fiscal amigo.

El Psoe pedía en pleno la dimisión del alcalde al tener constancia de que ustedes tenían conocimiento de lo que estaba ocurriendo en el catastro. Si es así, no tengo los documentos de los que habla el Partido Socialista, todos los almerienses tendríamos que mandar a don Luis y al resto de sus ediles a freír espárragos. No solo por irresponsables, que lo son y mucho, también por haberle cobrado de más a miles de almerienses a sabiendas, haber dejado que prescriba y no devolver en tiempo y forma lo cobrado de más, cuando ellos al día siguiente ya está con el recargo del veinte y el embargo en mano.

No lo sabíamos, no hemos tenido tiempo, no nos  hemos enterado. En cuanto al alcalde se entiende, pobrete mío. El hombre tiene tantos sillones donde sentar sus posaderas que no puede estar en todo. Tanto trabajo a lo largo del día, que hasta las noches las dedica a los hombres y mujeres de éste país. No puede ser el pobre alcalde y senador al mismo tiempo y no dejarse algo en el tintero. Y claro, entre uno y otro cargo, lo que se deja es el trabajo que más afecta a los ciudadanos de su pueblo: Almería. El hombre no se enteró del catastrazo. No es por lo tanto responsable. ¿Y sus acólitos tampoco? Vale, vamos a permitir que Luis Ro, por la gracia de dios y los votos de los ciudadanos, se dedique a tener dos vidas: La de Almería y la de Madrid. No está mal lo de las dos vidas. Es uno de los sueños inconfesables de cualquier hombre.