Si uno se deja influenciar por lo que vomita  la prensa de derechas con su obsesivo ajuste de cuentas, puede  no entender nada  de lo ocurrido aquí en tres décadas. En las elecciones legislativas de l986, Felipe González alcanza la Moncloa.

La metástasis de la UCD más la demolición de Suárez por culpa de los conservadores más  el  golpe  de Tejero durante el mandato  de  Calvo Sotelo, inclinaron  el voto popular hacia el socialismo moderado tanto  en las clases medias como en los sectores progresistas ilustrados. 

Lo primero que se propone  el PSOE en el gobierno es consolidar la democracia como supuesto básico del afianzamientote las libertades y los derechos sociales. Cuatro cosas caracterizan el liderazgo de González: a) Sienta las  bases del Estado del bienestar; b) Impone la  defensa de una educación y sanidad universales con una sistema de pensiones que hoy defendemos en la calle; c)Logra la descentralización del Estado por medio de las autonomías. Y  d) culmina  nuestra entrada en Europa poniendo fin a nuestro  oceánico aislamiento. Todo esto lo  podrán ver mejor en un libro que acaba de  aparecer y que  lleva por título “Historia  de la época socialista. España 1982-1986”.  Sus autores  son Alvaro Soto  y Abdón Mateos. Silex Editores, Madrid, 1913. Es innegable que durante el periodo socialista tuvimos también conflictos y algunos retrocesos.

La derecha de siempre no se ahorró ningún improperio sobre el GAL ni sobre la corrupción de Filesa -”váyase señor González”- pero mirados hoy los años con cierta perspectiva histórica tal vez estén en lo cierto los autores cuando afirman que “ en los ochenta los gobiernos socialistas encauzaron  la apertura de una nueva etapa en la historia contemporánea de España.”  Estamos  en 2013.  Los socialistas se debaten  ahora en un mar de problemas. Por de pronto no heredan, como sería lo lógico, los  votos que pierde el PP a causa de  Gürtel, Bárcenas, y  demás negruras  sin explicar.El bipartidismo, que fue una jugada maestra de la transición, parece que toca a su fín. Sin embargo, ha habido pacto con Rajoy. Como se dice  de las mascotas abandonadas en el verano:  “Él ( Rajoy) no lo hubiera  hecho.”