Hace unos meses, el honorable presidente catalán Artur Más decía lo que ya se había  estado diciendo durante mucho tiempo: “Cataluña no es solo de los independentistas; hay otros catalanes, tan amantes de Cataluña, si no más que los anteriores, que no quieren la ruptura, ni la permanente queja, ni la enconada confrontación”.

El señor Mas se dio cuenta de que la mitad de los catalanes no son independentistas. Mientras que en el resto de Europa se está unificando y buscando soluciones de progreso para fortalecer las naciones, aquí, después de tantos siglos de historia compartida, existen aún románticos (primera mitad siglo XIX) que intentan desunir lo que de forma natural no se puede dividir.

Como español, andaluz, mezcolanza de sangre catalana, vasca y castellana me llena de tristeza observar cómo vuelve la sinrazón y la insensatez de algunos de  nuestros políticos. ¿Qué hemos hecho en estos años de transición? ¿Unir o desunir? La permisividad de los gobernantes ante la corrupción, falta de criterio y unidad ante la crisis que estamos viviendo hace ver dentro y fuera de nuestro país la debilidad del Estado español.

¡Señores políticos, sindicalistas, empresarios y trabajadores! Unidos saldremos de esta crisis económica, política y fundamentalmente de valores. Concluyo con unas palabras de D. Miguel de Unamuno insigne español de cuna vasca: “ Yo lo tengo muy claro, por encima de las lenguas regionales, por encima de hechos diferenciales, por encima de estatutos, por encima de monarquías y partidos, por encima de derechas o izquierdas, debe estar, tiene que estar ¡ España!...sí ¡ España! “