Para una primera lección de lógica discursiva, lo mejor es echar mano de la retórica de nuestros políticos. Los maestros aconsejan establecer una proposición clara y luego discutirla lo más racionalmente que sea posible sin  desviarse del argumento general. Entre partidos políticos lo de menos es el argumento. No sé ni creo que importe mucho, la razón o razones de porqué el PSOE saca ahora el asunto del pago del IBI por parte de la Iglesia.

Se han publicado bastantes suposiciones que no vienen al caso. Las réplicas han sido abundantes casi todas fuera de tiesto. Véanse algunas: a)habiendo estado en el poder ocho años, bien  podía el socialismo haberlo implantado antes; b)esta cuestión no tiene la menor importancia ahora que vivimos dentro de una crisis  económica profunda; c) la exención de la Iglesia arranca del Concordato del Estado español con el Vaticano. Como cualquiera puede adivinar estas son las razones de Rajoy y de aquellos a quienes este asunto les trae al pairo. Noten que no se ha dicho una palabra  acerca  de la igualdad ante la ley ni si sería conveniente en la situación que atravesamos la revisión del concordato.

Por otro lado el presidente de la Conferencia Episcopal ha sacado a relucir la labor social de la iglesia como compensación, con lo cual peligra algo su innegable entrega  caritativa.

He aquí pues un caso de esos que para seguir discutiendo es preciso que los contendientes sigan sin entenderlo. Nada pasaría si con buena voluntad los interesados trataran de afrontarlo, pero como ya da por supuesto Rajoy, esto ahora  resulta un disparate.