Entre las muchas cualidades de Vicente del Bosque (sí, vamos a hablar de fútbol, qué le vamos a hacer) creo que nadie podrá discutir su temple y sentido común a la hora de sobreponerse al pellejerío editorial reinante en el panorama futbolístico español. "Hemos pasado de pobres a ricos y no sabemos valorar lo que tenemos."

Creo que estas recientes declaraciones del entrenador resumen bien el estado de las cosas. Toda la vida comiendo bocatas de mortadela y ahora que hemos catado el Jabugo se nos pone cara de asco delante de los fiambres. Así es este país. Me van a perdonar, pero no acabo de entender la incesante labor de agitación y crispación en torno a la Selección Española que alientan algunos medios de comunicación, abriendo debates innecesarios y cargando de tensión el entorno del equipo, con fulanismos de si uno o de si otro o con cónclaves de tertulianos/entrenadores. ¿Pero es que nadie recuerda lo que eran los mundiales o las eurocopas para el equipo español hace unos años? Igual que usted, yo he crecido viendo en la tele el botellazo a Juanito, el fallo de Cardeñosa, el gol robado a Michel ante Brasil, la nariz de Luis Enrique rota por un codazo italiano, el atraco del árbitro en Corea y tantas y tantas grandes desilusiones de un equipo que nos llevó por la calle de la amargura hasta que Luis Aragonés logró cuajar un equipo campeón de Europa. Hasta entonces, todo había sido llanto y crujir de dientes. ¿Acaso nos hemos olvidado ya de "la maldición de cuartos"? Disfrutemos con buen ánimo de lo que tenemos, que es mucho, porque no se sabe cuánto puede durar la magia.