La Voz de Almeria

Opinión

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El viejo aforismo del periodismo anglosajón señala que “No news is good news”, lo que viene a querer decir que la ausencia de noticias es siempre una buena noticia. En Almería, que tiene un microclima informativo de manigua colombiana, la ausencia de noticias es un periodo temporal que sirve para afilar los colmillos y calar la bayoneta para recibir la esperada noticia como mejor sabemos: a sangre y fuego. Hemos creado escuela a la hora de recibir la visita de altos cargos, a los que saludamos con largas listas de deberes o recordatorios dolientes de incumplimientos. Bien es cierto que eso casi siempre juega en contra de las administraciones que menos inversión publicitaria realizan. Comprueben las inserciones en los medios y saquen sus propias conclusiones. Pero no voy al juego del tira y afloja que se practica permanentemente entre la autoridad competente y la rotativa inclemente. Lo que vengo a decir es que quizás de un modo inadvertido, se ha ido creando en Almería una especie de fatalismo sociológico que no sabe salir de la humillante geografía del coxis. El que dijo por primera vez eso de que “Almería es el culo del mundo” jamás sospechó el alcance y la difusión de semejante chorrada. Y así, pasan las décadas y seguimos instalados en la convicción de que aquí nada o casi nada es posible y nos cuesta un trabajo indecible incluir la palabra “acierto” o un simple “bueno” en la misma línea de texto mental en la que escribimos el nombre de Almería. Los almerienses somos reacios a admitir lo positivo y nos engolosinamos en el fracaso y en la carencia. Es decir, que sólo nos reconocemos en el lamento y envidiamos a quienes, muchas veces con menos motivo que nosotros, manifiestan su contento. Por eso, cuando hoy lea que, después de treinta años de esperarlo, se ha aprobado definitivamente el proyecto de supresión del paso a nivel del Puche, no se atreva a procesarlo como una buena noticia. Las barreras mentales son más difíciles de soterrar que las ferroviarias.



tracking