Francisco Javier deja huérfano el Flamenco
Socio de la Peña El Morato, era un hombre muy sencillo y humilde, con un gran talante humano y de ayudar a los demás

Francisco Javier.
Una dolorosa pérdida supuso hace algunas fechas el repentino fallecimiento de Francisco Javier, como le conocían todos en el mundo del Flamenco, en el que era muy conocido y querido, sobre todo entre los socios, simpatizantes y numerosos amigos que cosechó a lo largo de su vida, ya que era un hombre “al que teníamos en gran estima, afable, correcto, y educado”, comenta Lola de Quero presidenta de la Peña Flamenca El Morato de la que era socio, asiduo y directivo en alguna ocasión, colabadorando siempre en lo que podía de manera desinteresada, por su amor al Flamenco y su talante abierto.
Como comenta su familia, Francisco Javier, falleció el día 27 de agosto, rodeado de paz y sin sufrimiento, su partida fue repentina, pero serena, y queda el consuelo de saber que vivió con intensidad, alegría y plenitud.
La incineración tuvo lugar en un acto íntimo y respetuoso, como él hubiera deseado, ya que era un hombre muy sencillo y humilde, con un gran talante humano y de ayudar a los demás.
La familia también quiere agradecer las numerosas muestras de cariño recibidas y las que les mostraron a, Francisco Javier, en vida.
Francisco Javier deja tras de sí una huella luminosa, una vida vivida con entusiasmo, generosidad y amor, aquellos que lo conocían se quedan con su eterna sonrisa, con sus palabras sabias y con su forma de hacer que cada momento contara.
Juan Francisco, quedará en el recuerdo y en la historia de la Peña El Morato para la eternidad, así como para centenares de aficionados al flamenco que lo apreciaban y sentían un enorme cariño por él.