Carta a mamá
Tu entrega hacia tus hijos, ha sido absoluta, desmedida, siempre pendiente de nuestros asuntos

Rosina Rojas.
Mamá, mami, no puede ser, es que no puede ser..., sé que no voy a tener fuerza ni valor para escribirte, por eso te escribirá mi alma, esa que te has llevado contigo, además soy consciente de que todo lo que diga, va a ser insuficiente, de hecho, esta es la cuarta o quinta vez que empiezo la carta, quiero que salga tan perfecta por lo que tu te mereces, que no sé cual es el mejor inicio, finalmente me he decantado por hacerlo desde el corazón, bueno, de lo que queda de él, porque también te lo has llevado, y he descubierto que se puede vivir sin ambos, porque desde siempre han sido tuyos. Has sido tan bondadosa, tan generosa, tan espléndida, que quien soy yo, para disponer de nada mío. En tu camino por la vida, no puede ser casualidad que todo el mundo que te ha conocido coincida, todo el mundo, lo maravilloso de tu carácter, tus ganas de vivir, tu sentido del humor, tu manera de disfrutar de la vida. Has sido única, Papá no podía pasar sin ti, y tus hijos menos aún, porque te adoramos. Te he querido con locura, te querré toda mi vida, mis lágrimas solo reflejan el profundo amor que siento por ti mamá. Las llamadas diarias que ya no podré hacer, las sustituiré por miradas al cielo, imaginando como te ríes, como sonríes, y las trasladaré al resto de mis hermanos, porque como siempre has querido, aquí seguiremos llorando y riendo juntos, lo que tanto nos habéis inculcado papá y tu. La dificultad que encuentro al escribirte es cómo transmitir todo lo que me has dado, porque admito, que por muchos años que pasen, ya no tendré tiempo de agradecértelo en esta vida. Aún no me lo creo, no es posible, no paro de pensar si realmente ha sucedido. Estoy roto, hundido, abatido, destrozado, lo has sido todo para mi. Tu entrega hacia tus hijos, ha sido absoluta, desmedida, siempre pendiente de nuestros asuntos, siempre apoyandonos. Cuando enfermábamos, te costaba la misma vida, y ahí estabas sentada al lado de nuestra cama, para darnos tu aliento, tu cariño, tu amor, tu presencia ya nos mejoraba, nos calmaba. Todo por tus hijos. En tu etapa de maestra, has sido siempre querida por todos tus alumnos, y tus compañeros, te adoraban. Con tus hermanas, has ejercido como madre, como amiga, como confidente, siempre con buenas palabras, con buenas acciones, siempre con esa paz y esa sonrisa contagiosa que hacía inevitable no quererte. Te has divertido como nadie, te has reído, has disfrutado de la vida con tus numerosos viajes, (los más queridos por ti, los que hacíamos los siete juntos, toda la familia), tu afición por las cartas te ha dado para tener esa distracción de la que tanto has disfrutado. Sabes mamá, hay una cosa por la que sí estoy feliz, y es de lo mucho que te has reído, he intentado tantas veces hacerte reír, ya no sabía qué inventarme, qué payasada, o qué anécdota real o ficticia contarte para sacarte una sonrisa, y creo que lo logré, cuánto nos hemos reído verdad mamá?. Todo lo que te he querido mamá, me queda también la satisfacción de habértelo dicho en vida. No había un solo día, en el que no te dijera, TE QUIERO MAMÁ, ni uno solo. Yo sé, que no voy a ser el mismo, lo sé, y lo asumo con entereza, por que sin tí, la vida tiene menos sentido. Estoy convencido de que me mandarás alguna señal desde el cielo, ruego por ello, necesito saber que estás bien. Mis lágrimas, no van a impedir que tu recuerdo imborrable, nuble mi corazón, (ese que te has llevado mami). Mamá, te quiero, lo haré siempre, porque eres mi debilidad. Hice todo lo que pude por hacerte feliz. Junto a mis hermanos, seguiremos tu enorme legado y el de papá, y siempre permaneceremos juntos. No quiero despedirme mamá, solo te pido que me esperes, porque el día que fallezca, lo primero que haré, será ir a tu encuentro. Te estaría escribiendo toda la vida, porque son tantas cosas las que me dejo..., por último gracias, gracias Dios mío, por haberme dado esta madre, mi madre, la que nunca se irá de mi mente, la que nunca se irá de mi vida. Mamá SIEMPRE TE QUERRE. Tu hijo/a: Rosina, Antonio, Nuchi, Javier y Natalio, y ya desde el cielo Papá. Gracias por tanto mami.