Hace a un año que te fuiste de nuestro lado y aún no me hago a la idea. Sigues estando muy presente a nuestro lado. Me he pasado la mayor parte de mi vida a tu lado en el coche, primero yo a tu derecha cuando me enseñabas el oficio y después tú a la mía, cuando éramos compañeros de trabajo, porque tú lo has sido todo para mí en esta vida, mi padre, mi jefe, mi amigo, mi compañero, mi confidente, en fin, tantísimas cosas… Día a día te tengo presente y se me hace muy duro subirme cada día al coche sabiendo que no te voy a tener a mi lado en él, ni tampoco al llegar a casa para preguntarme sobre el trabajo, porque siempre has estado toda la vida pendiente de tu trabajo y el mío. Has sido una persona que dejabas huella en quien te conocía porque cada vez que voy a una obra siempre te están recordando, siempre me hablan de ti, de tus planes con tus nietos, de cómo sonreías cada vez que hablabas de ellos y les enseñabas orgulloso las fotos y sobre todo de tu presencia que nunca pasaba inadvertida, siempre cantando esas coplas de tu época y de vez en cuando esos chistes que alegraban el día a los compañeros de trabajo. Te echo muchísimo de menos igual que toda la familia y no son pocas las veces que sueño contigo, que aún estamos en un trabajo y te tengo a mi lado como si nada hubiera pasado. Siempre vas a estar con todos nosotros porque, aunque has dejado un vacío muy grande, la huella que nos has dejado a tus hijos, a tu mujer, a tus nietos, a tus nueras y yerno es muchísimo mayor. Eras una persona con un corazón enorme y nunca nos faltaba nada contigo. Solo puedo decir algo que cuando te tenía conmigo tal vez no me dio tiempo a decirte tanto como hubiera querido: TE QUIERO PAPA Y TE ECHO MUCHO DE MENOS.