La Voz de Almeria

Obituarios

José Vizcaíno López

En recuerdo de nuestro amigo y compañero

Ernesto Rubio López

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Mi querido Pepe, Pepón, y Pepusco, te escribo estas líneas con el pulso firme, que sepas que no me tiemblan mis dedos para acertar con la dichosa tecla, tan sólo mi voz quizás, un poco resquebrajada, pero seguramente será por el estado primaveral con sus altibajos climatológicos. Sé que tú no eres amigo de la notoriedad, nunca lo has sido, pero me he querido tomar esta pequeña licencia en tu honor, y me viene a la memoria tus inicios en nuestra casa, ¡tú ya me entiendes! Entraste sin hacer ruido, como gato con sus pies almohadillados, empezaste como se forjan los grandes, desde abajo, siendo aprendiz aventajado de tu primera compañera, de cuyo nombre tu decías: “la madre de todas las batallas”, y como buen novel, obediente y disciplinado, pronto te ganaste el reconocimiento y la admiración de todos tus compañeros y jefes. Tu mesura, tu sensatez, tu profesionalidad sin límites, y esa prudencia que a veces nos exasperaba, logró rápidamente abrir un profundo espacio en nuestro corazón. Pero no solo fuiste compañero y profesional, también formaste tu familia, y sé muy bien que eres de matrícula, como esposo y como padre de tus dos tesoros. Y pregunto: ¿Cómo podía ser tan único y especial Pepe? Seguramente, la vida de vez en cuando nos hace regalos hermosos y nos premia con lo bello, con lo genuino... ¡en definitiva, con lo bueno! Pero siempre lo hace por un corto espacio de tiempo para su disfrute, y así fue. Ahora, se nos antoja poco, Pepe, pero nos dejaste tanto… Porque así eres tú, un hermoso regalo que nos hizo la vida a todos los que tuvimos el placer de compartir contigo. Por una sola vez, sólo una vez y sin pedir permiso, no nos tuviste en cuenta a nadie, decidiste ir a ver a un ser muy querido por ti. Sseguramente ahora estarás fundido en un fuerte abrazo con él. Las personas decimos que cuando un ser querido se nos va, le tenemos siempre en el recuerdo, nosotros no te tenemos en el recuerdo, eso lo aplicamos para los que se van. Tú nunca te irás, estás presente en tu mesa de despacho, te mueves y deambulas por todas las áreas de nuestra empresa, y sé muy bien que todos sabemos que estás aquí. Así que ahora, más que nunca, te tenemos más presente, hasta alcancé a ver tu aura cuando subí ésta mañana por esas escaleras que acometías de manera pausada o hasta cansina, pero siempre con el firme propósito de cumplir tu día laboral de manera abnegada. Gracias por tanto bueno que a todos nos distes, Pepe. Tu silente compañía y la calidez serena de tu persona que en ti te caracterizaba. Neruda nos dejó una frase que decía: “Algún día, en cualquier parte, en cualquier lugar, indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas”. ¡Dios, Pepe! cuánto habríamos dado todos los que te queremos, para que esa hora tuya hubiese sido la más feliz de tu vida. Desde aquí todos nos abrazamos a ti, y formamos un solo corazón para llegar a esa hora, a ese momento, a ese lugar y sentir tu amor y felicidad. Hasta otro rato, mi querido compañero.

tracking