La verdad de las bombas de Palomares. Un libro arroja luz sobre el accidente nuclear medio siglo después

El periodista Rafael Moreno reconstruye con rigor el relato de lo sucedido partiendo de documentos desclasificados

Estados Unidos trasladó a centenares de soldados a Palomares tras el accidente.
Estados Unidos trasladó a centenares de soldados a Palomares tras el accidente.
Marta Rodríguez
21:18 • 11 ene. 2016

Este domingo 17 de enero se cumple medio siglo del accidente nuclear de Palomares y aunque casi cualquiera podría ofrecer un resumen somero de lo sucedido, pocos saben toda la verdad de uno de los sucesos más dramáticos de la Guerra Fría que vino a ocurrir en una pedanía perdida en el sureste de la España franquista.




Coincidiendo con este 50 aniversario, hoy llega a las librerías ‘La historia secreta de las bombas de Palomares. La verdad sobre el accidente nuclear silenciada durante 50 años’ (Editorial Crítica). Una obra en la que el periodista Rafael Moreno reconstruye con rigor el relato de lo sucedido aquel 17 de enero de 1966 basandónde en más de 5.000 documentos e informes que han sido desclasificados a lo largo de los años y que le han permitido arrojar luz sobre algunos de los aspectos menos conocidos del asunto.




“Hay una parte que yo intento explicar del propio de accidente de 1966 en la que los estadounidenses y los españoles acuerdan los criterios de limpieza. Determinan que en la zona 2 y la 3 el nivel de limpieza sea menor que el pactado, porque es más complicado, pues es un área montañosa. Y aceptan que no se van a llevar el terreno afectado. Aun conociendo que hay contaminación, deciden voltear la tierra y meterla a unos 20-30 centímetros y dejarla. Por lo tanto, lo increíble es no haber reconocido lo que era evidente desde el principio y que hasta 2009-2010 no se dijese”, argumenta el autor en una entrevista a LA VOZ. 




Otro aspecto sobre el que Moreno profundiza en el libro es el de la salud de los habitantes de Palomares. El investigador, que ha estudiado el accidente nuclear de 1966 desde hace dos décadas,  reclama informes “claros y transparentes” sobre cuántas personas han dado positivo en los controles médicos. “Ellos dicen que el hecho de que des positivo no implica que tengas un problema de salud, pues que lo expliquen, si ha habido o no un incremento de casos de cáncer. He encontrado informes tras la caída de las bombas de Hiroshima y Nagasaki donde se ha hecho un seguimiento de la población”, dice.  




Las posibles expropiaciones a los afectados constituyen un asunto igualmente significativo que se aborda en ‘La historia secreta de las bombas de Palomares’. A juicio del periodista, si hubiera un muro de las víctimas de la Guerra Fría, deberían estar ahí los nombres de los habitantes de Palomares, pero también hay que reconocer que en algunos momentos se ha hecho un esfuerzo por compensarlos por parte del Gobierno español. “Cuando tú hablas de expropiaciones para saber si ha habido compensaciones también hay un velo de secretismo. La gente no quiere hablar del tema”, afirma.




¿El miedo a ser estigmatizados ha tenido que ver en la actitud de la gente? “Absolutamente y probablemente con toda la razón.  Pero yo creo que liberar esa imagen negativa se hace a través de la transparencia y la clarificación de esa memoria, no silenciándola. Yo soy de los que piensa que podríamos convertir Palomares en un lugar de atracción turística basado en la explicación de lo que representó en las armas nucleares. Hay muchas maneras de hacer positiva una historia que ha sido negativa”, sugiere.




Falta de presión
Rafael Moreno, que abre su trabajo con una completa contextualización histórica y ofrece documentos inéditos, da respuesta a la pregunta de cuánto plutonio se dejaron los estadounidenses en Palomares. Un dato que no aparece en ningún informe oficial. “Al ir a las autoridades españoles y decir que quería una copia pública de los resultados del plan de rehabilitación y el mapa 3D con sus conclusiones, la respuesta ha sido que no existía.  No ha habido petición por parte del Congreso ni de otros estamentos, igual porque no ha habido suficiente la presión”, apunta.




El conflicto de Palomares ha pasado por las agendas de los sucesivos Gobiernos españoles. Tras los últimos contactos del Ejecutivo de Rajoy, el investigador confía en un desenlace. “Podemos estar cerca de haber encontrado una solución definitiva, pero no inminente. La implementación tardará años”, reconoce.


Un trabajo desde la seriedad y el rigor
Hace menos de un año que Rafael Moreno (Madrid, 1960) se dio cuenta de que el material que había recopilado a lo largo de dos décadas de labor periodística daba para un libro, ‘La historia secreta de las bombas de Palomares’.


“Yo lo que he buscado, desde la seriedad y el rigor, es aportar información para que la gente tenga un criterio y si se han cometido errores en el pasado, a partir de ahora se vaya con la verdad por delante. Me hubiese gustado que todo el mundo que tuviese algo que aportar estuviese en el libro”, confiesa.



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