JJ Fuentes: El tortuoso camino al Olimpo

Conocí a JJ Fuentes una noche de invierno en Granada hace muchos años en la barra del Ruido Rosa. Me llamó la atención que alguien tan joven tuviera una biblioteca musical en su cabeza cargada de artistas, guitarras e historias de la mitología rockera.

Hacía meses que en mi agenda estaba apuntado el 8 de diciembre para ir al Teatro Cervantes a ver el fin de la gira 'Corazón de Fuego y Miel' del roquetero.

A priori, me pareció un día y un horario poco indicado para un concierto de música Rock... Pero hasta de eso salió victorioso el joven rockero almeriense. Antes del concierto, ya se respiraba un ambiente de concierto especial y emocionante.

Subía el telón mientras Ángel Peñalver (Guitarras, Pedal Steel, Weissenborn y coros) hacía una introducción muy ambiental que, por momentos, me pareció cercana a Pink Floyd. El resto de la banda estaba esperando... Y, entre el humo, apareció el jefe para arrancar los primeros aplausos de un público entregado desde el minuto uno. Lo cierto es que me llevé la impresión de estar ante un predicador capaz de ir multiplicando su audiencia cada vez que sale a escena en algún escenario de nuestra provincia o fuera de ella.

Arrancaba la noche con 'Cerca del Paraíso0 y, acto seguido, Fuentes nos dejaba boquiabiertos con una guitarra dorada de doble mástil. Un concierto no son sólo canciones y Fuentes lo sabe, también hay que golpear al espectador: consiguió el KO en la segunda canción. Estaba todo hecho.

Y desde ese momento... El Country/Punk de 'Tu Miedo' con un Jose Trujillo (Batería) y un Álex Martínez (Bajo) trabajando como una locomotora, la becqueriana 'Rimas' y la intimista y preciosista 'Miss Almería' donde Peñalver empezó a utilizar el Pedal Steel y en la que Juan Antonio Hernández (Coros, percusiones y guitarra acústica) hizo una segunda voz que dotó a la canción de más mística aún. ¿Quién será Miss Almería? 

Siguieron la versión country de 'Chica de Ayer', la rural 'En la acequia' y la folkie 'Que el olvido se apiade de ti'. Especial mención a esa belleza titulada 'Si no es contigo', tan sencilla, bella y sentimental en su estribillo como tan personal en sus estrofas.

Justo entonces, arrancó la parte más animada del concierto donde el cantautor intercambió continuamente su clásica Rickenbacker negra, la SG de doble mástil y la acústica de doce cuerdas: 'A los pies de la Alhambra', 'Si quieres que nos conozcamos mejor' y 'La manzana prohibida' fueron los siguientes cortes.

Subió la intensidad con '¿De verdad te casarás con él?', 'El Perro del Hortelano' y 'Cuestión de Honor'. Se despedía del público con 'Orgánico' y su mención y agradecimiento más sincero a Jesús Cifuentes por haber sido uno de los primeros en creer en él cantando esa canción.

El público coreaba el nombre de Fuentes y pedía otra canción. No fue una, sino que fueron tres los disparos que efectuó el que, hoy por hoy, se ha situado como gran estandarte de los jóvenes del Rock español.

Reapareció con su guitarra de doble mástil para hacer una descarnada versión de 'Madre, anoche en las trincheras'. Siguió con la sentida 'Hija de la Alpujarra' y, entonces, llamó a filas a Manu y Pepe (Del grupo Lepanto) y a Kike Parra y Alicia Parra. Fue entonces cuando la tormenta rockera tuvo su clímax con un 'Ave Fénix' donde se acabó por todo lo alto.

Me llamó la atención que no se había ido del escenario cuando ya le habían asaltado para saludarle y para fotografías.

Quizá, hoy por hoy, JJ Fuentes no sea consciente de que empieza a ser mucho más que aquel jovenzuelo que conocí una noche de invierno en la barra del Ruido Rosa hablando de Tom Petty, Leonard Cohen y Jose Ignacio Lapido. 

Sigue el camino, amigo, el Olimpo te espera.