“Somos como Tomatito y Camarón; yo digo: sígueme, no sé qué va a pasar hoy”

Los Ruina acaban de lanzar ‘No al mar humor’, un tema vital y fresco de su primer disco

Fini Torres y Antonio García Cazorla, ex de El Lunático, forman Los Ruina (Foto: Francisco Conde).
Fini Torres y Antonio García Cazorla, ex de El Lunático, forman Los Ruina (Foto: Francisco Conde).
Marta Rodríguez
07:00 • 13 jun. 2021

Cinco años después de la despedida de El Lunático, Antonio García Cazorla, El Caracoles, empieza a promocionar el proyecto en el que ha estado trabajando en los últimos tiempos. El grupo lleva el sugerente nombre de Los Ruina y su compañera -más de alegrías que de fatigas- es Fini Torres. Con el single de su primer disco bajo del brazo, amenazan con recorrer los escenarios más fresquitos del verano para dar a conocer un sonido optimista y pegadizo que ya es toda una declaración de intenciones.



¿De dónde viene el nombre de Los Ruina? Porque espero que el grupo no se la traiga...
Fini: Todo empezó cuando Antonio presentó su libro ‘El faro del desierto’. Entonces hicimos dos o tres temas que gustaron. En la novela salía un grupo que se llama Los Ruina porque era un auténtico desastre. Y bueno, nosotros llevamos dos años para sacar unas pocas canciones que cada vez salen de forma distinta. Somos como Tomatito y Camarón, yo le digo a Antonio: sígueme, no sé qué va a pasar hoy.




Antonio: Yo estaba pensando hacer algo tipo ‘Rumba Tres’, una versión quizá. Pero empezamos con las tonterías y dimos con el ritmo y el tono fresco y optimista de Los Ruina.

De Antonio sabemos que es ex de El Lunático, pero ¿y Fini?
Fini: Yo me he dedicado a la danza, aunque la música siempre ha estado ahí. Soy alumna de la cantante Carmen Muyor, que es bastante conocida. Pero no he tenido un recorrido tan intenso.

¿Y en Los Ruina hay algo de El Lunático?
Antonio: Hombre, algo tiene que haber, porque al final sé hacer lo que sé hacer y no he tratado de alejarme de El Lunático. Igual quiero hacer algo moderno tipo C. Tangana y me sale lo de siempre. (Risas). Pero tampoco compongo igual sabiendo que lo va a cantar Juanmi [Juan Miguel Cruz] que para Fini.




Hagamos memoria, ¿por qué se separaron?
Antonio: Aún me paran por la calle para preguntarme, unos con afecto y otros me dicen que les jodimos la vida. Aquellos fueron años muy intensos para conseguir que se nos conociese igual en Almería que en Salamanca. Al final no lo logramos y se perdió un poco el objetivo. Pero Juanmi y yo hablamos una vez a la semana. Nos queremos y nos echamos de menos.

Eso suena a una posible vuelta...
Antonio: Nunca se puede saber, pero de momento no me imagino más que reunirnos para tocar en una juerga familiar.

¿Y a la nueva voz le da vértigo la comparación?
Fini: No, es una suerte y un privilegio que Antonio tenga esa experiencia tan grande. Yo lo único que quiero es cantar; soy feliz cantando. Además, me siento muy yo y voy para adelante con todo.





Su primer videoclip, grabado en la Tetería Almedina, es una fiesta. Digan la verdad, aquello no era trabajo...
Antonio: Del videoclip se ha encargado mi hermano, Karim García Cazorla, que está en una época de mucha creatividad. Nos reunimos ahí con un par de amiguetes y no sabíamos ni a lo que íbamos. Ha quedado chulo por lo espontáneo que fue. Y sí, aquello fue una fiesta.




La pandemia ha retrasado muchos proyectos, pero en su caso ha traído un disco, 'Savia nueva'.
Fini: Sí, lo que inicialmente teníamos previsto era salir a tocar; después de dos o tres años ensayando, no nos decidíamos. Pero al estallar la pandemia, optamos grabar el disco, que suena a reggae, rock, rumba, swing jazz y pop al estilo de Los Ruina.

Las letras son cosa de Antonio, ¿qué lo mueve?
Antonio: Fini me ayuda con las letras, no hay más que ver que estas canciones están muy mimadas. A mí me inspira el optimismo y el mensaje de no dejarse vencer y eso que todo esto lo compuse antes de la pandemia. Hay una letra que dice: si se rompen mis remos, con mis manos remaré.

¿Grabaron el álbum en casa a causa de la Covid-19?
Fini: Sí, yo soy de riesgo. Tengo un deterioro cognitivo asociado al Lupus y algo tan simple como memorizar una canción para mí es mundo. Y este disco también es una forma de dar visibilidad a todas las personas que, como yo, cuentan con limitaciones. Refleja ese espíritu de superacion, de no rendirnos. Porque no necesitamos compasión, solo paciencia y una sonrisa.



Antonio: Volviendo al tema del disco, como no se podía salir, nos tomamos todo el tiempo del mundo. No teníamos el hándicap de tener el estudio por un tiempo limitado. Íbamos mandando cosas a César Pirez, que ha hecho las mezclas. Pero músicos han participado pocos, solo Chipo Martínez al contrabajo y David García Fernández, mi hijo, al dumbek. Lo hemos compensado con palmas, chasquidos, zapatazos y usando el sofá como bombo y palos de madera de la chimenea.





¿Cómo surgió la idea de montar un grupo de dos personas?
Antonio: De forma muy natural. Al principio pensamos en montar una banda, pero la gente está más en las versiones y el dinero rápido. Al final me alegro de haber acabado los dos solos, porque te creces y te obligas.




Fini: Es como una pasión por lo tuyo, ver cómo va cambiando y creciendo una canción.

¿Y cuál es su filosofía?
Fini: Positividad y sonrisas. Transmitir la idea de que vamos para adelante con la vida.


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