Lucía Muñoz: "Comemos mal porque somos carne de cañón, siempre rodeados de estímulos"

Poco a poco la sociedad va comprendiendo que la nutrición es mucho mas que simplemente comer esto o aquello

Lucía Muñoz,  en una imagen reciente.
Lucía Muñoz, en una imagen reciente.
Guillermo Fuertes
01:00 • 05 ago. 2017

Es almeriense de Nueva Andalucía, y desde hace años ayuda desde sus consultas a muchos de sus compatriotas en la lucha por mejorar su calidad de vida. Hay que comprender a nuestro organismo, dice. Darle equilibrio. No hay magia, sino trabajo.




 Primero hablemos de usted, ¿dónde se formó? ¿dónde trabaja..?
Estudié Nutrición Humana y Dietética en Murcia, y luego seguí formándome en Granada. Pero luego volví a Almería y estoy trabajando en la clínica Sanur Salud, en la San Pedro..., y colaboro con la cooperativa Única Activa, y en MEDAC, como docente.




 Tambiéncolabora con la Asociación contra el Cáncer, con unas pulseras para recaudar fondos.
Es que la nutrición está muy ligada a todas las enfermedades, somos los que comemos. Quise llamar la atención sobre ello y colaborar con una buena causa, y me acerqué a la asociación del cáncer, algo que nos toca a todos, de una forma u otra. Y como en verano llevamos pulseras… Cuestan dos euros, están en los lugares donde trabajo, y todo el beneficio es para la asociación. Es mi granito de arena...




 Bueno, últimamente ya se está hablando cada vez mas de la nutrición...
¡Por fin se le está dando la importancia que merece! Ya era hora, porque siempre se han visto y tratado las patologías, pero sin ver el origen, y muchas veces este origen está en una mala alimentación. Comemos fatal, y claro, si al intestino no le das los nutrientes que necesita, ¿cómo va a responder ante cualquier situación?




Pero ¿por qué es tan importante el intestino?
¡Porque es nuestro segundo cerebro! Gestiona los nutrientes que le das y administra todo en el organismo. Eso está demostrado. Y ahora se está viendo también que las emociones pasan por el intestino; es decir, como tú te encuentres, tu bienestar físico y mental, depende de como tengas tu intestino, tu microbiota. Y además, cada uno tiene una microbiota diferente...




 Entiendo.
Por ahí pasa todo: las emociones, las patologías, la capacidad de enfrentarte a situaciones adversas, la capacidad que tiene el sistema inmune para reaccionar... Y a diario tenemos un montón de estímulos negativos que afectan a nuestro intestino, lo que pasa es que nuestro organismo es muy inteligente y lo va superando. Pero es algo acumulativo. La capacidad de eliminación de toxinas…, todo eso es limitado, y va mermando. Y si metabólicamente no te cuidas, no te activas, ya no solo en la alimentación, también en la actividad física, o gestionando el stress…, al final termina saliendo.




 Eso se viene diciendo desde siempre en otras culturas, otras medicinas...
Sí. Personalmente, no soy partidaria de utilizar solo una u otra. Creo que todas son complementarias.Lo que teníamos en el mundo occidental, la química, se puede utilizar. Pero, claro, si tú las bases de lo natural las tienes bien, vas a recurrir mucho menos a la química, y cuando la necesites, te hará mejor efecto.




 En su opinión, ¿por qué nos alimentamos mal?
Porque somos carne de cañón. Estamos siempre rodeados de estímulos y de mala publicidad, tentaciones que juegan con nosotros. Modas, sabores adictivos… Juegan con eso, con nuestra ignorancia y desconocimiento. 


 Pues es cierto.
Y aunque estamos en un país que tiene, dentro de lo que cabe, una alimentación… decente, digamos, nos gusta que nos den las cosas fáciles, preparadas. Lo quiero rápido y hecho. Y si está ‘rico’, mejor. Pero  una buena alimentación siempre requiere su tiempo... Lo que pasa que, por suerte, ya todo el mundo está mirando un poco mas. Se está tomando conciencia. A mi me satisface cuando viene a verme alguien que no está mal, que no quiere bajar peso, ni tiene diabetes. Simplemente quiere aprender a comer, no estar malo en un futuro; quiere prevenir. Eso me encanta.


 Pero veamos, ¿cómo deberíamos comer?
Es una pregunta muy abierta, pero pienso que, en general, habría que potenciar mucho mas el consumo de frutas y verduras. Hay que comer mas, y de calidad. No hace falta que esté el tomate perfecto, ni la manzana brillante. D e hecho, a mi eso es justo lo que me hecha para atrás...


Mas frutas y verduras, apuntado.
 También legumbres, que son muy importantes. Y reducir un poquito mas el consumo de carnes rojas. Y si me como un trozo de carne, que sea de la buena. Se puede comer carne, pero carne buena. Y pescado, lo mismo. Los huevos también. Si pueden ser ecológicos, mejor. ¿Que un día no? No pasa nada, pero, como método, intentar que los alimentos sean de calidad. 


 ¿Y los procesados?
Evitarlos a toda costa. Y reducir el azúcar lo máximo posible. Se puede educar el paladar, todo es querer.


 ¿Y esto de los alimentos alcalinos..?
Está un poco de moda, pero como a mi no me gusta ser radical..., te diría que es algo que hay que tener en cuenta. Realmente, todos los alimentos que acidifican, coinciden con que son los menos saludables. Y los mas alcalinos, están entre los mas saludables: las frutas, las verduras, los que tienen menor contenido de azúcar...


 Ya veo.
Y no es tan sencillo como lo que estoy diciendo, pero es cierto que el organismo, en situación alcalina, tiene menos riesgo de enfermar. Es un poco el resumen. Entonces, hay que tenerlo en cuenta, sin exagerar. Porque ahora resulta gue todo lo alcalino es la panacea, y tampoco es así.


Es que a veces se publican cosas contradictorias
Sí, hay mucha información sin filtro. Yo aconsejo siempre dirigirse a profesionales que estén formados y especializados en el tema. Y que investiguen, que se actualicen, porque es cierto que hoy sale una cosa, pero dentro de un año puede salir otra.


 ¿Qué le dice a la persona que llega a su consulta por primera vez?
Lo tengo muy claro. Dos cosas: que esté preparada mentalmente, y que esté dispuesta a ordenarse. 


 Categórico.
Tal cual. Es lo fundamental. Preparada mentalmente para cambiar de hábitos. Convencida. Y que sepa que se va a enfrentar a organizar su vida. Si no hay un orden, así esté comiendo lechuga todo el día, no le vale para nada. Tienes que cambiar tu vida, pues tal y como iba, no te llevaba a un buen sitio.


 Claro.
Es que, mas que en un alimento en sí, yo lo baso todo en el orden. Cuando la persona se ordena, esto funciona. Es impresionante.  Bueno, claro, y actividad física, beber mucha agua, que no es un tópico, en todas las reacciones químicas de nuestro organismo, el medio es el agua. Y si no la tienes, entonces...


 Pura química.
También les digo que el cambio de hábitos tiene que ser progresivo. Los cambios de la noche a la mañana no son duraderos. Milagros no hay. Mira, la gente que cumple, realmente, son los que tienen un problema de salud. Se conciencian porque sus vidas depende de ello. Y cuando me traen la analítica del primer mes y del sexto, para mi es la mayor alegría. Ni peso ni historias. La báscula solo la uso como motivación, pero a mi lo que me interesa es la analítica. Que tu sangre esté diferente. Es de lo que la persona debe estar orgullosa. Es el cambio, el resultado de sus sacrificios.



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