Bego Alday, capitana de barco: “El acoso a las mujeres es una realidad”

El evento “Mujeres y Liderazgo en Andalucía” reune un increíble plantel femenino

César Lorente Venteo
21:43 • 28 feb. 2024 / actualizado a las 08:00 • 08 mar. 2024

Este 1 de marzo se celebró en el Edificio de las Mariposas de Almería el encuentro 'Mujeres y Liderazgo en Andalucía', un evento en el que importantes figuras femeninas, andaluzas y nacionales, compartieron su experiencia en puestos de dirección.




Una de ellas fue Bego Alday, una joven capitana de barco que regresa de su segunda misión a la Antártida. La Voz de Almería ha charlado con ella sobre el papel de la mujer en el mundo náutico y lo mucho que todavía queda por hacer para combatir el machismo y romper los techos de cristal.




- ¿Piensas que tu camino de promoción en la escala de mando ha sido más difícil que si hubieses sido un hombre?




Sí. Tienes que estar constantemente demostrando el doble para tener la misma valía y fortaleza. Si quieres ser capitana lo primero que te piden es experiencia como capitán, pero claro si no te dejan acceder al puesto por primera vez, nunca llegas a tenerla para el siguiente barco y se crea un bucle del que no puedes salir.




A otro nivel es también más difícil en el sentido de que no te hace las cosas fáciles de por sí tener que vivir durante tantos meses con hombres. No invita mucho la situación cuando no te sientes bienvenida. Y sobre todo cuando escuchas comentarios como que “cuando entran las mujeres a un barco empiezan los problemas”. Por no hablar de los temas de acoso. Pasas mucho tiempo encerrada con hombres y en muchos casos más que una compañera de trabajo te ven como un objeto. Y es así. Los datos están ahí. Eso, unido a que no te sientes acompañada, hace que te pienses mucho si quieres trabajar de esto, por lo que entras en otro bucle en el que no puedes acceder a ese tipo de puestos.




Y ya si, finalmente, lo consigues tienes que demostrar muchísimo. Que eres valiente, que eres fuerte, que puedes tomar decisiones. Pero, por otro lado, tampoco quieren que seas muy masculina, quieren tener a una señora bien vestida, bien presentada, que estés muy bien organizada, que lleves a los hombres por un buen camino. Un rol horrible de una dinámica que se ha perpetuado con el tiempo. Es bastante difícil. 




- ¿Cómo se llega a ser Capitana de un buque de una expedición a la Antártida?




Lo primero es tener los estudios y los títulos para estar preparada. Yo hice Ingeniería de Organización Industrial en la Academia General Militar en el ejército e Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo junto Másteres en Náutica y Transporte Marítimo. Tras esto comencé a trabajar en la marina mercante, en petroleros y transportando gas licuado. Ahora trabajo en proyectos de navegación a vela relacionados con la conservación y el medio ambiente.


Pero la soltura más grande la cogí cuando me compré mi barco y donde estuve viviendo 3 años. Con mi propio velero he navegado bastante y el año pasado crucé el Atlántico con él. Desde pequeña he navegado bastante a vela. Toda esa experiencia más la experiencia profesional ha hecho que me sintiese con la preparación para poder capitanear una misión de este tipo, que para todos los que nos gusta la aventura y la navegación poder ir a la Antártida es un sueño.


- ¿Cómo es el día a día allí?


Depende muchísimo del tipo de misión que estés haciendo. No es lo mismo grabar un documental que ir a cazar barcos que realizan pesca ilegal de krill, que han sido las dos misiones que yo he capitaneado.


Sea como sea, lo principal es, desde bien temprano, preparar lo que se va a hacer en la jornada. Chequear el tiempo, cuál es el objetivo que se quiere cumplir, qué decisiones hay que tomar, cuáles van a ser los horarios y las comidas. Un sin fin de cosas a las que hay que sumar la propia navegación que en este caso supone navegar entre icebergs, que es muy estresante y cansa bastante más la mente y la vista.


- ¿Qué queda por hacer entonces en la inclusión de la mujer en el mundo de la marina?


Romper con el techo de cristal. Sí, hay acceso a trabajos en el mundo de la marina, pero las responsabilidades y altos cargos siempre se le dan a los hombres. Pero claro, para romper ese techo de cristal no solo hay que contratar capitanas o los últimos puestos, si no que realmente hay que invertir en dar posibilidades y confianzas a esos cargos medios, a esos oficiales más jóvenes y que al final acaban abandonando. Porque también es muy difícil combinar la conciliación familiar.


- ¿Por qué es importante que se hagan eventos como 'Liderazgo y Mujeres' y que haya perfiles tan diversos?


Visibilizar este tipo de problemas, como los que estoy contando en mi ámbito, ayuda a darnos cuenta que aunque pensemos que ya todo está conquistado aún que queda muchísimo por hacer. Que sea una jornada tan diversa, con tantos perfiles, nos abre los ojos porque a veces vivimos en nuestra pequeña burbuja en la que pensamos que la cosa va bien, pero ver cómo afecta a mujeres en distintos trabajos, escenarios, ambientes, da la visión de que es un problema global que nos afecta a todas.


Es una situación en la que seguimos metidas y seguimos luchando. A mí me da pena cuando la gente dice que no hay discriminación. Y al revés, aún queda muchísimo por hacer. Y especialmente es importante que las nuevas generaciones vean que tienen que seguir trabajando, que no se relajen.


- ¿Con qué te quedas de la experiencia vivida en la Antártida?


Especialmente, sentirme fuerte. Las condiciones del entorno, el frío y la meteorología adversa, manejar tripulaciones en ese entorno, a mí me daba bastante miedo. Y sentirme fuerte y capaz, saber que puedo hacerlo, es una lección de vida que puedo exportar a cualquier otro reto al que me enfrente. Me ha hecho mucho bien.


Y luego vivir esa sensación de no estar conectada con el mundo, no tener redes, y poder ver con más perspectiva las cosas.


- ¿Cuáles son los planes en el futuro próximo de Bego Alday?


Me gustaría aunar el tema de la navegación con mis compromisos en valores, con el feminismo y la inclusión social. Para eso estoy bastante metida en nuevo proyecto en el que quiero cruzar el Atlántico a vela con una tripulación femenina y dar la oportunidad en ese ámbito a mujeres que nunca han navegado o han tenido un acceso compliado a la navegación, y puedan probarlo. 


También quiero grabar un pequeño documental sobre este tema de la inclusión de la mujer en el mundo marítimo y colaborar con distintas profesionales del mundo audiovisual. Si todo sale bien, tengo una expedición a Groenlandia para este verano. Y, bueno, seguir con mis redes sociales, contando mi vida y compartiendo mis experiencias.  


Para seguir atentos a todo lo que Bego Alday hace y lo muchísimo que tiene que aportar al mundo se pueden seguir en su Instagram @bedebego. Más figuras maravillosas se encontraron en 'Mujeres y Liderazgo en Andalucía', una ocasión única para conocer historias fascinantes como la de Bego.


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