La vacuna contra el coronavirus es “el diablo”, según el arzobispo de Valencia

El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.
El arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. Europa Press
La Voz
19:47 • 15 jun. 2020

La Iglesia sale a escena en plena pandemia y lo hace a través del arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, quien este domingo ha protagonizado una nueva polémica a cuenta del aborto esta vez relacionado con la fabricación de la vacuna contra el coronavirus.



Así ocurrió en su última homilía en la misa del domingo donde se celebraba la festividad del Corpus Christi. El obispo aseguraba con rotundidad que se estaban fabricando estas vacunas con células de fetos abortados, y en la línea de un bulo que se está difundiendo, como ha adelantado Cadena SER.




Literalmente afirmó: "El demonio existe en plena pandemia, intentando llevar a cabo investigaciones para vacunas y para curaciones. Nos encontramos con la dolorosísima noticia de que una de las vacunas se fabrica a base de células de fetos abortados. Así de claro. Y eso es inhumano, eso es cruel, y ante eso no podemos alabarlo ni bendecirlo, todo lo contrario".




"Obra del diablo"



Además aseguró que esto era una obra del diablo: "Podemos luchar con otras maneras de actuar, a favor del hombre, no contra el hombre, y eso es ir en contra del hombre, eso es despreciar al hombre mismo, primero se le mata con el aborto y después se le manipula para ¡qué bueno, ¡mira qué bien! ya tenemos una vacuna. No señor, tenemos una desgracia más, obra del diablo. Eso es lo que quiere el diablo".




Por su parte, este lunes el arzobispado matizaba las palabras del Cardenal. Aseguran que Cañizares lo que quiso expresar es que el desarrollo de las vacunas contra el coronavirus se realice sin producir dilemas éticos por la utilización de investigaciones basadas en células fetales como estaría haciendo en algunas líneas de investigación. Afirmación que basan en un reciente artículo publicado en la revista Science sobre las distintas lineas de investigación abiertas.




El arzobispo entiende que es importante que se haga llegar una adecuada información a los potenciales usuarios de las vacunas para que así puedan actuar de acuerdo a su conciencia, aunque siempre teniendo en cuenta "las dificultades éticas que presenta el uso de vacunas que han sido elaboradas utilizando líneas celulares procedentes de abortos humanos provocados".




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