El barbero almeriense que está entre los mejores pero solo tiene una mano

Francisco Fernández de la Calle es un referente aunque perdió su mano buena por un petardo

Francis de la Calle, con un cliente en su barbería.
Francis de la Calle, con un cliente en su barbería. La Voz
M. R. Cárdenas
20:16 • 12 abr. 2024

Cuando al balermero Francis de la Calle le explotó un petardo mientras estaba con sus amigos y sintió que le desaparecía la mano no imaginó que lo que a los ojos de todos se iba a convertir en un problema para él solo era un reto más que superar que le iba a hacer ser mejor persona y mejor profesional.



Él, que en aquel entonces tenía 19 años, era barbero y tenía sus dos manos intactas. Ahora, casi cuatro años después es aún mejor barbero, o estilista, mejor dicho, a pesar de que solo tiene una mano: la derecha, la que era su mano mala y que es la que ahora se encarga de hacer el trabajo que no hace tanto hacía con la izquierda. Pero llegó el petardo y se llevó por delante todos los dedos de su mano dominante dejando unos días de incertidumbre y, acto seguido, muchos años de superación y buen hacer con las tijeras y las maquinillas.



Este joven, que regenta la barbería Delacalle Barber, da a diario ejemplo de cómo sobreponerse a los problemas con cada cliente que pasa a cortarse el pelo al local ubicado en la Avenida Príncipe Felipe de la localidad balermera. Y es que a pesar de ser un "barbero manco", como lo califican en un vídeo viral en TikTok y como el no tiene problema en describirse, el joven de 23 años se ha convertido en un referente para muchos peluqueros y en un auténtico 'influencer' de belleza para hombres gracias a sus redes sociales, donde atesora miles de seguidores y donde comparte sus creaciones y un gran número de vídeos de las formaciones y charlas que ofrece a otros profesionales de la barbería y de la peluquería.



El sueño de ser peluquero



Desde siempre sabía que su destino estaba entre pelos y así se decidió a dejar Bachillerato para embarcase de lleno en luchar por su sueño. A pesar de que sus padres se empeñaban en que estudiase, él tenía claro que quería ser peluquero y para probarlo su madre lo apuntó a una formación de un día. Allí, perdido en un mundo que le era prácticamente desconocido, descubrió que eso era lo que quería ser. Después se apuntó a una academia y durante siete meses viajó a diario de Balerma a El Ejido y de El Ejido a Balerma para formarse. Y dio sus frutos, pues antes de ser mayor de edad ya había sido ganador de la Batalla de Barberos nacional, donde se daban cita los mejores estilistas de toda España, y trabajaba en su propia casa. Ahora, sigue estando entre los mejores y cuenta con un local elegante y moderno en la localidad ejidense.



Pero entre la 'coronación' entre los mejores profesionales de España en su sector y su salto a la fama, Francis tuvo que enfrentarse a la pérdida de su mano izquierda, con la que trabajaba a diario. Fue en el mes de julio de 2020 cuando estando con unos amigos en Bayárcal fue a lanzar un petardo que explotó en sus manos. "Yo lo primero que pensaba era en qué iba a pasar conmigo en el mundo de la peluquería, fue el primer pensamiento", explica De la Calle a LA VOZ. Tras acudir al centro de salud de Laujar de Andarax fue llevado al Poniente, donde el doctor Paco Villegas se puso manos a la obra para dejarle su brazo izquierdo lo mejor posible. "Sin él esto no hubiera sido posible, le estoy agradecido eternamente", apunta. Después pasó dos semanas en el hospital ejidense y fue trasladado a Granada, donde estuvo algo más de dos meses para recuperarse. Todo, mientras se llevaban a cabo las obras para abrir la que iba a ser, y ha sido, su barbería.



El guante salvador



Y en el hospital no perdió el tiempo. A los dos días del accidente, le pidió a su madre que le trajera todos los cuadernillos Rubio que hubiera en la tienda y se puso primero con un punzón y luego con un lápiz a aprender a utilizar su mano derecha tal y como utilizaba la izquierda. "Yo tenía claro que no me iba a quedar parado, que iba a aprender a utilizar mi mano derecha para llevar una vida normal, pero también pensaba: que vengan las cosas como tengan que venir y ya veremos qué hago con la peluquería, pero abrirla la voy a abrir". Lo tenía claro y con la misma firmeza que habla cogió una maquinilla y se puso a cortar el pelo a su padre. Y la cosa fue saliendo sin mayor problema.


"Había clientes que iban a cortarse a mi casa y que estuvieron tres meses esperando a que volviera para cortarse de nuevo. Mi familia, mis amigos y mis clientes me han apoyado muchísimo", detalla el joven.


Y la vuelta a la peluquería se produjo gracias a un invento: un guante que le permite utilizar su mano amputada para cortar y peinar. Fue en el hospital junto con su madre cuando surgió la idea de hacer un guante que le permitiera mantener el peine con la mano izquierda y utilizar la tijera con la derecha. Una idea que al principio podía parecer descabellada pero que se hizo realidad gracias a la labor de la modista Rosario Pérez y de su hija, Rocío, quienes, tras varias pruebas, dieron con la tecla de cómo sería el guante que le iba a permitir seguir cumpliendo su sueño de ser barbero. "Fue una idea que mis 'guaineras' consiguieron hacer realidad y ahora tengo más guantes que calzoncillos", explica Francis con ese humor que le caracteriza y que le ha permitido sobreponerse a la pérdida de su mano. "Tienes que tomarte las cosas así, porque no puedes quedarte parado y hundido. Tienes que pensar siempre en avanzar, en sobreponerte a lo que venga y ahora con perspectiva me siento orgulloso de ser así y de todo lo que he conseguido", destaca.


Y es que si algo queda claro tras una charla con él es su afán de superación y la capacidad de amoldarse a lo que viene y, sobre todo, de enfrentarlo. "Yo no he pensado nunca, joder, porque me ha tenido que pasar esto. No me arrepiento de que ese petardo me explotase en la mano, porque ahora sé de lo que soy capaz. Soy mejor persona y mejor peluquero. Si no me hubiera pasado eso a lo mejor no hubiera llegado a donde estoy ahora", destaca el joven de 23 años.


¿Y dónde está ahora? Pues entre los mejores peluqueros de España, un referente dentro del mundo de la belleza masculina que ofrece formaciones a barberos de todo el país y que se codea con los mejores del gremio. Y esto no ha hecho más que empezar.


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