Líjar

El concejal expulsado: “En un pueblo de 400 personas no importa la ideología”

Molina entiende a la dirección pero detalla que el PSOE quería “sueldo y gobernar 4 años”

Imagen de archivo del Ayuntamiento de Líjar.
Imagen de archivo del Ayuntamiento de Líjar. La Voz
Guillermo Mirón
13:39 • 22 jun. 2023

A lo largo y ancho de la provincia tan sólo se produjeron dos investiduras el pasado sábado en las que concejales de Izquierda Unida hayan posibilitado un gobierno del Partido Popular, aún cuando esta fuerza política no fue la más votada el pasado 28 de mayo.

Esta situación se dio tanto en Garrucha como en Líjar y, en ambos casos, los dos concejales pertenecientes a IU en cada pueblo fueron expulsados delpartido por desobedecer lo estipulado desde la coordinación provincial. Una expulsión que en cierto modo acepta y entiende Francisco Molina, uno de los concejales expulsados en Líjar, aunque defiende que el pacto en este caso “nuestra coordinadora -en referencia a la dirigente provincial de IU, María Jesús Amate- ha hecho su trabajo pero nosotros hemos valorado lo que se expuso a la asamblea local de Líjar”.

Así se ha pronunciado durante una entrevista en la Cadena SER en la que ha detallado cómo las negociaciones previas a la investidura concluyeron con los ya exconcejales de IU (ahora no adscritos) pactando con el PP y dando la Alcaldía a María Jesús Díaz. “Nuestra preocupación es Líjar y creemos que en un pueblo de 400 habitantes no importa tanto la ideología, creo que son las personas lo que más interesa”.

Para explicar su decisión de dar la Alcaldía a los populares, aunque posteriormente será alguno de los concejales no adscritos quien ocupe este cargo, Molina ha dejado claro también que al empezar a negociar con el PSOE “pusimos sobre la mesa de no sueldos y cuatro años de Alcaldía para nosotros” puesto que “en el anterior pacto le dimos nosotros la Alcaldía cuatro años. Fuimos con máximos para luego negociar”, reconoce Molina.






“La propuesta del PSOE fue sueldo para la alcaldesa y gobernar cuatro años”. Fue entonces cuando se paralizaron las negociaciones con los socialistas tras comunicar a IU que no iban a “ceder nada”, según el concejal no adscrito de Líjar.






En cambio, con el Partido Popular “hubo tres reuniones, una para tratar los proyectos y programa, la distribución de concejalías y distribución del Ayuntamiento y una tercera reunión donde se propuso cómo se iba a gobernar”. De hecho, según Molina, el PP les ofreció que “comenzásemos nosotros en la Alcaldía, pero veníamos cansados de cuatro años cansados de oposición”, por lo que la alternancia finalmente será la contraria. Los dos primeros años para el PP y los dos últimos de la legislatura para IU. Finalmente, esto fue lo aprobado por los “doce” componentes de la asamblea local de IU en Líjar.

Pasada la tensión de la investidura y las negociaciones, ahora toca habar de hechos para defender el pacto. Entre los principales retos para Líjar, Francisco Molina enumera proyectos como “terminar el espacio escénico, los Planes Provinciales de 2018-19 sin ejecutar como el tanatorio, finaliza el área de autocaravanas, poner en marcha un plan de turismo…”.

Tras su expulsión, Molina ha cambiado las siglas con las que lleva lustros haciendo política municipal pero aún no desecha la posibilidad de hacer campaña “por Sumar” para las próximas elecciones generales del 23 de julio. “No lo descarto”.






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