Rayos y truenos; la crónica de una noche de tormentas en Almería

La madrugada del domingo llenó de luces el cielo, rayos que provocaron al menos tres incendios

Una imagen de los rayos \'nube-tierra, registrados en la madrugada del domingo
Una imagen de los rayos \'nube-tierra, registrados en la madrugada del domingo Josemi García
Antonio Fernández
09:02 • 20 jun. 2023

Noche toledana la de este pasado domingo en gran parte de la provincia, un verdadero espectáculo de luz y sonido protagonizado por fuertes descargas eléctricas, el siempre impresionante estruendo de los truenos y algunas tímidas precipitaciones, muy inferiores en cualquier caso a la amplia parafernalia de los citados fenómenos.



Es la continuación de las dos últimas semanas en las que la provincia ha sido el escenario del paso constante de borrascas que se han manifestado en forma de esas tormentas que, en uno u otro momento, han afectado a la práctica totalidad del territorio, aunque sin dejar acumulados de lluvia que aliviaran la sequía instalada desde principios de octubre.



Rayos y truenos
Para los amantes de la meteorología y más concretamente de los que se dedican a captar imágenes de este tipo de fenómenos, caso de José Miguel García, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas, un verdadero ‘lujo’ para los sentidos ya que hacía muchos meses que no se presentaba un espectáculo como el ofrecido esta pasada madrugada del domingo en varias zonas de la provincia, particularmente el Valle del Andarax o diferentes enclaves del litoral almeriense, incluyendo el área de la capital y el conjunto de su bahía.



La de la noche del domingo fue una tormenta que entró en la provincia por el Poniente, intensa en cuanto aparato eléctrico pero muy seca, según explicaba otro de los integrantes del colectivo MeteoAlmería, David Cutillas, que señala como lo único destacable los 0,7 litros por metro cuadrado medidos en Vícar y por debajo de ese registro en municipios próximos.



Incendios
Fue esa tormenta eléctrica la que provocó el incendio en la cara sur de la Sierra de Gádor, en el paraje de Rambla Carcáuz, que se inició sobre las tres de la madrugada por la insistencia en la acumulación de rayos ‘nube-tierra’, que permaneció activo hasta ayer lunes y, según datos del Plan Infoca, quemó en torno a las 19 hectáreas de vegetación.



Para luchar contra el fuego se desplazaron a la zona siete grupos de bomberos forestales, tres técnicos y agentes de medio ambiente para labores de remate y liquidación de un siniestro cuya extinción ha supuesto un esfuerzo del operativo al estar situado en una zona de difícil orografía y acceso complicado.



Además de los efectivos se movilizaron para las tareas de extinción medios aéreos y terrestres, entre ellos dos vehículos autobomba, dos helicópteros pesados, dos aviones de carga en tierra y una unidad médica.



No ha sido en cualquier caso el único incendios provocado por el fuego ya que esa misma noche se produjeron al menos otros dos, uno en la zona de Santa Fe de Mondújar y otro en la Sierra de Gádor en su vertiente norte, por encima de la localidad de Alhama.


Tránsito ‘movido’
Las previsiones no parecen apostar por la certeza absoluta en torno a lo que cabe esperar en los próximos días, aunque una primera interpretación de los mapas del tiempo señala que aún pueden presentarse algunas tormentas, pero al mismo tiempo es de esperar un cambio en las temperaturas, que a partir de hoy martes tenderán a subir.


En cualquier caso para la Asociación Meteorológica del Sureste (AMETSE), los chubascos tormentosos aún seguirán presentes porque una vaguada de cierta entidad se mantiene instalada sobre la vertical de la península y seguirá facilitando la presencia de aguaceros que, eso sí, perderán intensidad a lo largo de la semana. De hecho, esta organización meteorológica indica que la mayor parte de esas tormentas “serán secas, con mucho aparato eléctrico, pero sin consecuencias respecto a precipitaciones.


Mucho ruido, poca agua
Desde que el pasado día 1 de octubre se iniciara el Año Hidrológico 2022-23 la provincia de Almería no ha salido bien parada en los balances; a un otoño más seco de lo habitual han seguido un invierno igualmente escaso en cuanto a precipitaciones (a excepción de unos días el pasado diciembre) y una primavera igualmente muy pobre en cuanto a los registros pluviométricos.


Las lluvias que se han producido en las dos últimas semanas de mayo y los primeros días de este mes de junio no han sido suficientes como para considerar que se ponía fin a tan prolongada sequía, pero al menos ha servicio para hacer crecer el gradiente de humedad del suelo.


Las perspectivas que se habían señalado para la segunda mitad de mayo se quedaron un tanto cortas, aunque Almería fue la provincia española con un mayor volumen de lluvia en ese periodo. Se llegó a hablar de la posibilidad de recoger más de 300 litros por metro cuadrado en algunas zonas de la provincia pero, salvo en lugares muy aislados, esa previsión no se tradujo en datos de lluvia.


Mejora moderada
En cualquier caso se aborda el verano con un poco más de optimismo. Como ejemplo, la imagen que acompaña este texto: se trata del Barranco de Los Locas o Río Abrucena, cauce que recibe más abajo, a la altura de Abla, el nombre de Rambla de Los Santos, un curso fluvial tributario del Río Nacimiento, tributario a su vez del Andarax.


Según Eduardo Romay, de Cazatormentas, una estampa muy rara de ver para estar a las puertas del mes de julio, “aunque hablemos de la cara norte de Sierra Nevada; en esto se notan las aguas tardías de finales de mayo y principios de junio”.


En cuanto a temperaturas, la noche de este pasado domingo en el área de la capital se puede calificar de ‘tropical’ al rozarse los 30º a las tres de la madrugada.


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