Toñi dice adiós a los dolores: la joven cuevana ya ha sido intervenida

Toñi Fernández Giménez ,la joven cuevana de 12 años que necesitaba ser intervenida urgentemente de un tumor ocular, por fin ha sido intervenida y ha acabado con los insoportables dolores que le provocaba esta afección. Su madre, Margarita Giménez ,ha explicado que ya se le han realizado todas las intervenciones que necesitaba la pequeña y que se encuentra recuperándose favorablemente.

“La operaron el 7 de febrero". Hace por lo tanto solo una semana de esta intervención, pero según su madre todo “ha salido todo muy bien, estamos muy contentos por fin se han acabado sus dolores y está súper feliz”. En redes sociales su familia ha compartido imágenes de los avances de la pequeña que ilusionada mostraba como podía guiñar un ojo. “Ya soy inmortal”, aseguró Toñi a su madre tras la operación.

Este alivio para la cuevana ha sido posible gracias al aluvión de solidaridad que mostraron toda la gente de su alrededor que se volcaron en ayudar a Toñi. Conciertos benéficos, donaciones altruistas y una gran difusión a través de redes sociales y medios de comunicación son algunas de las muestras que han llevado a cabo los vecinos del Levante Almeriense para ayudar a Toñi Fernández Giménez a recaudar los fondos necesarios para su operación de córnea.

“Todo el mundo se ha volcado, han sido muchas empresas de Almería, de Murcia incluso gente muy humilde que nos ha ayudado con lo poquito que podía”, reconoce Margarita,  emocionada recordando cómo consiguieron el dinero en menos de tres semanas.

Margarita ha explicado que se ha creado una relación de amistad con algunas personas que se han volcado con su causa. Por ejemplo con el cantante, Cristo Heredia recordó, “nos pregunta todos los días por la niña, por si necesitamos algo”. Pero también recordó a Alba Fernández cantante cuevana y vecina de la familia que también se puso a disposición de Toñi para ayudarle en todo lo que pudiesen, una ayuda por la que toda la familia de la joven están muy agradecidos.

Cuando los médicos diagnosticaron a Toñi le dieron un plazo de tres meses para realizarle unas intervenciones por valor de 10.000 euros. Un dinero que en ese momento Margarita veía “imposible” reunir. Su situación de madre soltera y desempleada daban pocas o ninguna esperanza a la progenitora de poder asumir el importe de las intervenciones. Pero finalmente, la solidaridad ha hecho posible que su hija haya podido acabar con su problema y sobre todo con esos dolores que le hacían la vida tan difícil y Toñi por fin sonríe y disfruta de una calidad de vida de la que estaba privada.