Dos bolas de fuego iluminan el cielo del Calar Alto

Los detectores del proyecto SMART avistan las dos primeras Perseidas del verano

Estos meteoros son producto de los restos de arena que deja el cometa Swift-Tuttle.
Estos meteoros son producto de los restos de arena que deja el cometa Swift-Tuttle. Europa Press
V. Navarro García
10:40 • 05 ago. 2021

En la noche del 3 de agosto, dos bolas de fuego atravesaban durante el atardecer y posteriormente en la oscuridad de la noche, el cielo de la Meseta de los Filabres a gran velocidad, dejando tras de sí un estela luminosa a su paso, este hecho fue captado por los detectores del proyecto SMART en el observatorio del Calar Alto.



La aparición de estos cuerpos celestes, que pudieron ser registrados por las cámaras del observatorio, suponen las primeras Perseidas avistadas en este verano, indicando que la lluvia de las popularmente llamadas, Lagrimas de San Lorenzo está por venir.



Visibles



Como si se tratase de una cita de obligado cumplimiento, las Perseidas vuelven a incendiar el firmamento de las noches de verano comprendidas entre los meses de julio y agosto.



El fenómeno que tiene su máximo apogeo entre los días 11 y 13 de agosto, está catalogado como la tercera lluvia de meteoros del año, después de las Gemínidas y las Cuadrántidas, sin embargo las Perseidas son más populares por ser visibles desde el hemisferio norte durante las noches de verano.



Estos meteoros son producto de los restos de arena que deja el cometa Swift-Tuttle en su órbita al rededor del sol. Al entrar en contacto con la gravedad de la Tierra, estas partículas del cometa se volatilizan a una velocidad de 210.000 kilómetros por hora produciendo el espectáculo lumínico. Las zonas del Cabo de gata son sitios populares para verlas.



En el imaginario popular a este fenómeno se le ha llamado ‘las lagrimas de San Lorenzo’, esto se debe a la coincidencia de la aparición con de los meteoros con la festividad de su santoral (10 de agosto).



También a través de la mitología cristiana de la Edad Media y Renacimiento, la estela ardiente que dejan las Perseidas al pasar, fueron comparadas con las lagrimas del santo durante su martirio en la parrilla.


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