Carboneras: Adiós a Joaquín Díaz, el hombre, el médico, el amigo...

Un tributo al doctor fallecido por coronavirus en Madrid

Joaquín Díaz.
Joaquín Díaz. Archivo La Voz
José Manuel Rodríguez Fuentes
23:57 • 19 abr. 2020

Ha muerto un hombre ... uno más. Ha muerto un médico ... uno más. Ha muerto un amigo … uno más.  Todos como consecuencia de esta situación que estamos padeciendo de una manera u otra. Todos sin excepción.




Ha muerto Joaquín Díaz Domínguez, en Madrid a los 67 años de edad... uno más pero, para muchos carboneros y para mí personalmente, no será nunca uno más.




Sin pretender actuar en representación de muchos de  mis paisanos, que no lo soy, siento la imperiosa necesidad de despedir desde esta tribuna a este amigo. Pregonero eterno de esta localidad almeriense. Hoy muchos de los carboneros tenemos el corazón encogido como consecuencia de tan lamentable pérdida.

Nació en Madrid en el año 1952. Cursó sus estudios de Bachillerato con Enseñanza Libre examinándose en el Instituto San Isidoro de Madrid. A lomos de una Vespa-125, llegó a este pueblo en el año 1963 con su padre, parando en la Fonda ‘Casa Paquillo’.  Desde entonces y hasta el verano pasado permaneció veraneando en Carboneras, de forma regular e inequívoca todos los meses de julio del resto de su vida. Pregonero eterno de esta localidad almeriense.




A mi me bastará con resaltar de este Joaquín hombre, una sola cualidad y forma de andar por la vida. Personalmente no necesito nada más y esta es su actitud respetuosa. Su actitud de respeto ante todo lo que le rodeaba.

Se doctoró en Medicina y Cirugía por la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Médico Forense por Oposición nacional, ejerciendo como tal en los Juzgados de Cazorla (Jaén) Sepúlveda (Segovia) y en Madrid. Antropólogo y Antropólogo Forense.




Cirujano en el Hospital Universitario La Paz de Madrid donde comenzó a ejercer hace ya 42 años. Profesor Asociado de Cirugía en la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido Director Médico del Hospital Universitario de La Paz, durante nueve años y medio. Tratando de encontrar una alegoría para este médico me encontré con una frase cervantina de nuestro Don Quijote de la Mancha: “A los médicos sabios, prudentes y discretos los pondré sobre mi cabeza y los honraré como a personas divinas”.




Que contar. Que decir. Solamente que se  enamoró de ese trocito de Almería y de muchas de sus gentes, a las que ayudó a vivir y a seguir viviendo.




Unas de  sus últimas palabras del Pregón de las Fiestas de junio de  2019  fueron: “Carboneras es el amor a una tierra y a unos habitantes. Es un trocito de paraíso”.




Esta es una pequeña semblanza, modesta contribución, para dejar testimonio de muchos carboneros, del cariño incondicional a un buen amigo y transmitirle a su esposa Sara, a sus hijas, amigos y conocidos todo el respeto que pueda ser posible.


Allá donde estés, gracias Joaquín.


Tu amigo Manolito.



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