Vuelven las colas de miles de almerienses ante el Cautivo

El primer viernes de marzo de 2024 ha repetido la estampa de antaño, con la Catedral abarrotada

Álvaro Hernández
20:54 • 01 mar. 2024

A las siete y media de la mañana del viernes, 1 de marzo de 2024, Almería se reencontraba con la tradición más arraigada de su Cuaresma. Las puertas de la cinco veces centenaria Catedral se abrían para dar comienzo al maratoniano besapiés del Cautivo. Más de doce horas para recibir a miles de almerienses, en una cifra imposible de calcular que la propia Hermandad del Prendimiento estima en 12.000. Pero cómo medir amor y devoción con un simple número difícil de acertar.



Lo único cierto es que volvieron las colas. Los tiempos modernos y, posiblemente, aquella pandemia que ahora parece un mal sueño había hecho flojear lo que ayer volvió, como si fuera antaño. Largas colas que, en el punto álgido de la tarde, a eso de las siete y media, salían del propio templo para rodear al completo la plaza de la Catedral y perderse por la calle Cubo.



Almería se reencontraba con la devoción popular, la del primer viernes de marzo, la de un Cautivo que ahora cumple 27 años (con la imagen actual) pero que arrastra, con pesadas cadenas, la fe de generaciones en el acto más arraigado del mundo cofrade almeriense. Solo hay que tener ojos para poder verlo.



Presencia institucional



Como es habitual, más allá de la ingente cantidad de almerienses de a pie (y turistas) que no se perdieron el reencuentro anual con el Cautivo, la jornada también contó con la presencia de las instituciones almerienses, sabedoras que el primer viernes de marzo está en el calendario almeriense, destacado en rojo, junto a pocos días más.



Así, a primera hora de la mañana acudía el presidente de la Diputación Provincial de Almería, Javier Aureliano García, acompañado de otros diputados provinciales. A media mañana, era la delegada del gobierno de la Junta de Andalucía, Aránzazu Martín, acompañada de delegados autonómicos, la que acudía a los pies del Cautivo.



Ya a primera hora de la tarde, la alcaldesa, María del  Mar Vázquez, acudía junto a concejales del Ayuntamiento de Almería a cumplir la ineludible visita al Cautivo.



Y junto a ellos, miles de almerienses con cientos de peticiones, deseos, agradecimientos y muchas de esas palabras que, imposibles de sacar de la boca, salen del corazón y quedan depositadas en forma de beso a los pies del Cautivo de Medinaceli, que tras más de doce horas de besapiés, quedó al cargo de la fe en Almería hasta dentro de unas semanas, cuando se reencuentre con Almería en un nuevo Miércoles Santo. 


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