Almería vuelve a ordenar a un nuevo sacerdote tras tres años en blanco

Manuel Piedra recibirá la ordenación sacerdotal este sábado en la Catedral

Manuel Piedra, junto a un grupo de fieles en Laujar.
Manuel Piedra, junto a un grupo de fieles en Laujar.
Álvaro Hernández
18:18 • 31 ago. 2023 / actualizado a las 20:08 • 01 sept. 2023

Manuel Jesús Piedra Giménez tiene 29 años, es de El Alquián y, desde este sábado, será sacerdote de la Diócesis de Almería. Con él se acaba una racha algo escasa: las vocaciones en la tierra evangelizada por San Indalecio estaban en el dique seco y, de hecho, la de Piedra será la primera ordenación sacerdotal en Almería en los últimos tres años. La última fue la del sacerdote Cristo José Acién y tuvo lugar en aquel raro diciembre de 2020, condicionada por la pandemia.



Así, a las once y media de la mañana de este sábado 2 de septiembre, la Catedral de Almería acogerá la ordenación sacerdotal de Manuel Piedra, que tendrá cierto sabor histórico en un punto concreto de nuestra provincia: se trata del primer cura que da El Alquián (lugar en el que, precisamente, se celebra ahora el 50 aniversario de la parroquia).



"La vocación me llegó sin esperármelo, no es algo que hubiera sentido desde siempre", explica Piedra unas pocas horas antes de dar el paso de convertirse en sacerdote. "Fue poco a poco, a raíz del cambio de párroco de mi parroquia, cuando me fui implicando cada vez más: en Cáritas, en la Adoración Nocturna, luego en la Pastoral Juvenil de la Diócesis, era catequista... Y, poco a poco, fue cuando a través de la oración sentí la llamada", detalla el nuevo sacerdote almeriense. 



Piedra llega al sacerdocio después de un intenso periodo como seminarista y, en los últimos meses, diácono de la Diócesis de Almería. "Han sido siete años en los que uno va discerniendo lo que el Señor le va pidiendo. Entrar en el seminario no significa que vayas a ordenarte sacerdote... Ha sido un período de discernimiento y crecimiento en muchos sentidos", analiza ahora el joven y futuro sacerdote de Almería. 



Además, Manuel Piedra ha vivido una auténtica transición en primera persona, más allá del paso vital que está a punto de dar: él formó parte del primer grupo de seminaristas que partió hacia Murcia tras la decisión episcopal de trasladar el Seminario de Almería a Murcia. "Ir a Murcia ha sido una experiencia que me ha sorprendido mucho favorablemente. Tú tienes tus propios esquemas hechos y allí creces aún más, con una comunidad muy amplia; ha sido una experiencia distinta de lo que es el seminario, una experiencia muy positiva", rememora Piedra, que es, de hecho, el primer sacerdote de la etapa de Antonio Gómez Cantero como obispo de la Diócesis de Almería.



Apoyos



Año 2023. Un joven con 29 años. Sacerdote. En esa ecuación, a estas alturas de siglo XXI, parece que algo falla. En una sociedad en la que lo revolucionario es ser creyente, hacer de ello tu forma de vida es algo totalmente llamativo. De hecho, Piedra no niega que "mucha gente te pregunta que por qué, que qué te ha llevado a tomar esa decisión.. Es una pregunta trascendental que uno tiene que responder desde el ejemplo de cómo lo ha experimentado. Se sorprenden y que te pregunten te hace preguntarte por qué tú, alguien joven que tiene otras posibilidades haya decidido este camino", razona.



No obstante, más allá de la sorpresa, el joven almeriense asegura haber contado con apoyo en todo su entorno, a pesar de no estar especialmente rodeado de católicos practicantes en su entorno. "En algunos casos sí he podido ver incomprensión, pero sorprendentemente cuando le dije mi vocación a mis amigos, que quizás no tienen esta vivencia de fe, me respetaron muchísimo muy para mi sorpresa... Ellos lo han respetado y me siguen tratando igual; yo sigo siendo el mismo", explica Piedra.


Además, también cuenta con su familia. "Desde la niñez y sobre todo con mis abuelos me ayudaron.. Con ellos fue con los que empecé a ir a misa, mi abuelo me llevaba a catequesis. Mis abuelos tuvieron un peso importante", rememora el joven sacerdote, que también reconoce que sus padres, a pesar de no ser muy practicantes y verse sorprendidos por la decisión "siempre lo han respetado muchísimo, me han acompañado en los momentos importantes y por supuesto esto lo están viviendo con mucha ilusión". 


Crisis de vocaciones

Si nada se tuerce, con Piedra debería volver a 'abrirse la lata' de las vocaciones. Al fin y al cabo, tras tres años de sequía, su ordenación sacerdotal será la primera de una etapa en la que podrían producirse al menos otras dos más. Además, tal y como cuenta él mismo, "en los últimos dos años han entrado un total de cuatro compañeros al Seminario... Nos vamos manteniendo en ese mínimo", aunque el propio Piedra reconoce que "hace falta un repunte, un trabajo vocacional quizás más intenso en las parroquias".


Para ello, la receta propuesta por Piedra pasa por los templos de los barrios: "Cuando uno se da cuenta de la vocación es cuando uno está al lado de su párroco, cuando está viendo, está aprendiendo, ilusionándose con las cosas de su parroquia... Esa ha sido mi experiencia, por eso creo que hay que fomentar el trabajo de los jóvenes en las parroquias", explica el futuro sacerdote. 


Tras un período de cinco meses como diácono en Laujar, Piedra mañana dará uno de los pasos más importantes de su vida: este sábado será sacerdote y el lunes, en El Alquián, dará su primera misa a las 20 horas de la tarde. 


Temas relacionados

para ti

en destaque