Una nueva Carrera Oficial entre dos Soles

Primera entrega del callejero cofrade de Juan Francisco Escámez

(1) Sol de Villalán (2) Puerta del Sol. En naranja, el trazado del camino de la Vega, en azul, la nueva Carrera Oficial.
(1) Sol de Villalán (2) Puerta del Sol. En naranja, el trazado del camino de la Vega, en azul, la nueva Carrera Oficial.
Juan F. Escámez
22:33 • 04 abr. 2020

De sobra es conocida la aprobación del nuevo itinerario y sentido, en el sentido más amplio de la palabra, que tomará nuestra Carrera Oficial - Paseo de Almería, General Tamayo, Gravina, Real, Eduardo Pérez y Plaza de la Catedral - y que corresponde tanto en su inicio como en su final, con el viejo camino de la Vega de la antigua ciudad medieval. Este camino unía la Puerta de la Imagen, situada en la calle de la Reina, al inicio de la calle Real de la Almedina, con la Puerta de la Vega, situada al sur del instituto Celia Viñas.



Como decía, la Carrera Oficial coincide en su inicio y final con este camino, ya que el viejo vial discurría por la calle Trajano, buscando como es el objetivo de cualquier camino, unir ambas puertas de las murallas, de la Imagen y de la Vega, por el camino más corto.



No debe ser casualidad que el nuevo templo catedralicio ordenado por el obispo Villalán tras el nefasto terremoto de 1522 se ubicara en las inmediaciones de esta vía tan importante y en el lugar más alto del mismo, para fortalecer su función como fortaleza y refugio de la ciudad.



El Capitán General de Artillería en Almería



Desde principios del siglo XVI la Monarquía controlaba tanto la producción como el abastecimiento de la pólvora, debido a la importancia de la artillería en las acciones bélicas del momento. A finales de la centuria, Felipe II propició el estancamiento de la producción y la reserva de su venta, pero debido al incremento de la demanda y la incapacidad de las fábricas reales para satisfacer la petición de pólvora del reino, obligaron al rey a acudir a asentistas privados.



Bajo el amparo del Consejo de Guerra, sería la Capitanía General de Artillería la institución que debería llevar a cabo el control de la producción, almacenamiento y distribución de tan preciado producto en el arte de la guerra, desplegando un sistema de inspectores encargados para tal fin. Por ello, en 1575, Françés de Álava visitará las fábricas de salitre de la costa almeriense para conocer su estado como Capitán General de Artillería.



En su paso por la ciudad de Almería, Françés de Álava debió de ser informado de la problemática situación que sufría esta plaza de armas, y que gravitaban principalmente en la vasta extensión de la población y largas murallas, frente a la escasa población y el poco ejército disponible para defenderla.  



La nueva Puerta del Sol y la capilla del Santo Rostro

Como solución decidió reducir el espacio de la ciudad con unas nuevas murallas y actualizándolas según las nuevas tendencias en poliorcética con varios baluartes donde se ubicarían la artillería defensiva.


Entre los baluartes de San Francisco - en el solar de la plaza del Educador junto al Paseo de Almería - y el de Santo Domingo - en la plaza Pablo Cazard frente a la puerta principal de la Escuela de Artes -, descendía la muralla por la calle Marqués de Heredia. En el encuentro de este nuevo lienzo con el ya comentado camino de la Vega, se ejecutó la conocida como Puerta del Sol.


El nombre de esta puerta debe estar directamente vinculado al el hecho de situarse en la dirección este-oeste, proporcionando diversos juegos de luces y efectos ópticos según la altura del astro: así, al amanecer, la primera luz del día debería ser cegadora para aquellos que procedieran a abandonar los muros de la ciudad y al finalizar el día, el anaranjado ocaso les daría la bienvenida a su regreso a intramuros.


Siguiendo las indicaciones del plano del ingeniero Joseph Spalletti de 1793, en la capilla que se ubicó en el interior de esta puerta, se encontraba el Santo Rostro, una imagen muy popular por la devoción almeriense que representaba la estampa del Ecce Homo. 


El Sol de Villalán

Si el inicio de esta nueva Carrera Oficial se halla en las inmediaciones de la Puerta del Sol, el final de la misma pasará junto a otro elemento relacionado con este elemento estelar: el Sol de Villalán. Ubicado en la calle Cubo, en el frente de levante de nuestro templo catedralicio,  se encuentra posiblemente la imagen más icónica de nuestra ciudad junto a la figura del Indalo y conocido como Sol de Portocarrero. Es importante incidir y remarcar que su ejecución no fue impulsada por este obispo, sino por Villalán, promotor de nuestra Catedral tras el terremoto de 1522.


Con estos dos elementos que caracterizan el urbanismo de la ciudad conventual del siglo XVI en nuestra ciudad, murallas e iglesia, se conjuga el principio y final de nuestra Carrera Oficial aún por estrenar.


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