Probamos la nueva Suzuki GSX – S1000, una recién llegada del futuro

Indalmar Moto puede presumir de tener esta joya en sus instalaciones

Pedro Lamazares
16:24 • 02 nov. 2021

Si ya nos habían hablado de su atrevido diseño, por lo que ibamos ya avisados de lo que nos encontraríamos, pero su estética nos gusto desde el primer momento, una moto rompedora, como siempre había sido la marca nipona.



Tiene unas líneas muy angulosas, lleva unos pequeños alerones delanteros, como todas las deportivas que nos quieran recordar a las de MotoGP. Lo más sorprendente es el nuevo faro frontal compuesto por tres elementos LED apilados, uno para las luces de posición y los otros para carretera y cruce. En resumen, estamos ante una gran deportiva, basada en la gran experiencia de Suzuki con este tipo de moto, con un motor de cuatro cilindros, de alta cilindrada y pensada para ser efectiva en la calle y en la carretera. Antes ya lo era y ahora lo es mucho más.






Si seguimos fijándonos en ella, encontramos un chasis de aluminio de doble viga, una estructura clásica, efectiva y ligera. El basculante es del mismo material. La horquilla es una invertida de 43 mm, la suspensión trasera va sobre bieletas, lo que hace que se pueda regular en precarga y extensión. La frenada delantera esta confiada a unas pinzas Brembo Monoblock con discos de 310 mm y maneta regulable, lo que nos asegura una frenada muy buena. El motor esta adaptado a la normativa Euro 5, con que no solo pierde nada de potencia, al contrario ha ganado dos caballos.




Electrónica. Por supuesto, la moto dispone de tres modos de conducción en los que la potencia se entrega de diferentes modos, el Modo A (Activo) proporciona una respuesta rápida al acelerador, destinado a la conducción más deportiva, incluyendo incursiones en circuito. El modo B(Básico) ofrece una respuesta al acelerador más suave y una curva de potencia más lineal, ofreciendo control y suavidad en la conducción diaria. El modo C (Confort) es menos contundente en la entrega de par y muy lineal y suave en la entrega de potencia, pensado para las circunstancias en las que la adherencia no es buena y se precisa mucho control sobre el gas. Independientemente del modo en que rodemos, podemos elegir cinco posiciones de control de tracción, que se adapta mejor a las diversas condiciones y estilos de conducción.







Ruta con ella. Solo pude disfrutar de un par de horas a sus mandos. Pero nada más empezar la ruta que INDALMAR MOTOR me preparó, yo ya sabía que la moto me iba a gustar. La Suzuki GSX-S1000 es una moto que transmite confianza desde el principio.  En una moto sin carenado la velocidad punta no es un elemento a perseguir, pero es muy curioso que, incluso por encima de las velocidades legales, el aire no supone un castigo inaguantable. Se revela como una moto magnífica para curvear, que responde con nobleza a nuestros movimientos encima de la moto y en la que la transición entre curvas, es decir, aceleraciones, retenciones y frenadas se convierten en un auténtico placer. 





Conclusión. La Suzuki GSX-S1000 es la maxinaked que más se acerca al BBB (bueno, bonito y barato), con un precio de 13.695 €, se puede tener acceso a la moto que todos hemos deseado tener alguna vez.

Hay pocas motos que den tanta potencia, versatilidad, facilidad de uso y finura por ese dinero. La competencia tiene motivos para preocuparse.





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