La guerra de las perfumerías llega a Almería

Las cadenas ‘se comen’ unas a otras

Un establecimiento  de Druni en el Paseo, el actual líder del sector.
Un establecimiento de Druni en el Paseo, el actual líder del sector.
Manuel León
00:22 • 20 feb. 2019 / actualizado a las 11:55 • 20 feb. 2019

El perfume es uno de los sectores comerciales que más se asemeja al fondo del mar: el pez grande se come al chico. En los últimos años, en el centro de la ciudad, se está asistiendo a un recrudecimiento de la pugna comercial que gravita sobre este segmento de negocio por acaparar el mercado y que ha anticipado el cierre de varias tiendas de carácter familiar que no han podido sobrevivir. 



Las cadenas blanden como principales armas unos horarios continuos sin cierre al mediodía y una agresivas campañas de descuentos de dos por uno o tres por dos, con cupones para socios. Se trata de estrategias que los pequeños autónomos del sector de las perfumerías y tiendas de regalos no pueden imitar por falta de medios.



El último capítulo de esta competencia caníbal -donde unas marcas se comen a otras- es el de la emergente Druni, una cadena de perfumerías y cosméticos que fue constituida por la familia Casp Sanz en  Carlet (Valencia) en 1987 y que ya suma más de 300 tiendas y 2.000 empleados en toda España, con presencia en Almería desde 2013. Druni mantiene en Almería cuatro tiendas abiertas: dos en el Paseo de Almería, una en el Centro Comercial Torrecárdenas y una cuarte en la Avenida Guillermo Reyna de Huércal-Overa. 



La cadena valenciana, que absorbió las marcas Atalaya y Gilgo, ha herido de muerte a su competidora SuperPerfumerías en Almería y en otras plazas comerciales, estando al borde del concurso de acreedores.



SuperPerfumerías, fundada por los herederos de José Luis Suárez, en Linares (Jaén), a su vez, provocó con su estrategia de bajos precios, cuando desembarcó en la Rambla Obispo Orberá de Almería en 2004, el cierre de la Perfumería Caoba, perteneciente a la cadena Eroski, que acababa de abrir entonces en la Puerta Purchena, donde hoy está la tienda textil Bimba y Lola.





SuperPerfumerías tiene tres tiendas en Almería y una en Adra y su continuidad es complicada a tenor del impago acumulado a proveedores y empleados.



Mantiene estable su cuota de negocio en Almería, con su tienda en el Paseo, Perfumería Julia, fundada por la emprendedora andorrana Julia Bonet, con productos propios y medio centenar de tiendas en todo el país.


Otras marcas que sobreviven en la capital en el gremio de las perfumerías y regalos son Aromas, en Altamira; Florana, en General Ricardos; Nácar, en Calzada de Castro y calle Granada; Madiló, en Puerta Purchena; Perfumería Eva, en calle Trajano; Da-Mas, en Avenida Madrid; y Primor, en Roquetas.


Proceso de desahucio
La cadena jiennense Super Perfumerías, que llegó a sumar seis centros en Almería, ha cerrado su tienda de la calle Altamira y el futuro de las de Obispo Orberá y Méndez Núñez es oscuro. Tanto, que los propietarios de los locales donde se asienta han abierto ya el proceso judicial de desahucio ante el impago del arrendamiento desde hace seis meses. Los empleados también llevan más de un mes sin cobrar, así como los proveedores y nadie parece que de la cara ante los acreedores. 


Almería, cantera de perfumistas
Almería tiene, desde hace décadas, voz propia en la historia empresarial del perfume. El más popular de los perfumistas almerienses fue Antonio López Jiménez, el hijo de un carnicero del Mercado Central, que en 1948 fundó Destilerías Briseis. Briseis marcó, y sigue marcando desde sus instalaciones en Benahadux, un capítulo de la historia empresarial de la provincia. Antonio López fue un emprendedor pionero en la destilación de composiciones florales utilizando jazmín y nardo con marcas como Galán de Noche, Heno Brisesis o su célebre Tulipán Negro. Paso a paso fue ampliando la producción a jabones, talcos y brillantinas.  En los años 50, los productos Briseis se anunciaban en los principales periódicos y radios del país y abrió un departamento de investigación de esencias en París. Su hijo Carlos Briseis López sigue adelante con la actividad fabril elaborando también marcas blancas para  La Toja, Magno o Schwarzkopf Henkel.


Eusebio López Jiménez, hermano de Antonio, fue también un polifacético hombre de negocios almeriense que operó en distintos sectores como el comercio de esencias y perfumes y en el cine. Fue empresario cinematográfico con la empresa Roma S.A. y socio de la productora Ignacio F. Iquino, descubridora de la actriz Nadiuska en los años del destape. En 1976,junto a su hijo Ambrosio López Quero, abrió la primera tienda de la cadena de perfumerías Charli en la antigua calle General Rada (hoy Concepción Arenal).


Posteriormente se expandió a través de concesiones de productos de belleza como Guerlain o Dior en otros emplazamientos como la Plaza del Carmen, Avenida de la Estación, Calle Castelar y Méndez Núñez. Charli llegó a sumar seis establecimientos en la capital y uno en Roquetas y también abrió una peluquería. La historia de Charli arranca, no obstante, con la apertura de la perfumería de Briseis del Paseo, en 1932, que regentaban los hermanos Antonio, Eusebio, Manuel y José López Jiménez. Con el tiempo fue Eusebio el que conservó el establecimiento original y su hijo amplió las tiendas, que terminaron cerrando en 2015.


Otro reconocido perfumista almeriense fue  Angel Fernández Mateos, que creó la marca Nike. Su hijo, David Fernández, mantiene la tradición con la empresa L&D, con sede en el PITA, con su proyecto estrella, el ambientador para el vehículo.


Pasaron a la historia otras perfumerías como Venus en la Puerta Purchena; Rosaflor, en la calle Las Tiendas; Almacenes Segura, en Puerta Purchena; Mary Cruz, en calle Terriza; Florymar, en calle Gravina; In Farandis (IF); y Marín Rosa, que también tuvo perfumería exclusiva en la calle Méndez Núñez. 


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