Francia manda a casa a la Argentina de Leo Messi

Sin hacer ruido se plantan en los cuartos de final

El joven delantero ha vuelto a ser determinante.
El joven delantero ha vuelto a ser determinante. AS
Cadena SER
18:14 • 30 jun. 2018

Francia y Argentina se enfrentaban en uno de los duelos más esperados para los octavos de final del Mundial de Rusia. Los franceses se habían clasificado como primeros de grupo, pero jugaron una fase de grupos realmente mala. Por su parte, Argentina había sufrido de lo lindo para clasificarse de manera milagrosa para los octavos de final, rozando una eliminación que habría sido la hecatombe para el conjunto de Sampaoli.



Francia partía como favorita, pero todas las miradas estaban puestas en la figura de Leo Messi, que llegaba al encuentro con tan solo un gol anotado y con un nuevo examen por delante en la competición que ha representado la única mancha en la carrera de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.



Nada más empezar el partido, el astro argentino recibía una dura entrada de Matudi, en lo que era una clara declaración de intenciones de como la defensa gala iba a intentar frenar al jugador del Barça.



Tras unos primeros minutos en los que ningún equipo se hacía con el control del esférico, Francia tendría su primera gran ocasión con una falta al borde del área que recibía un hiperactivo Mbappé. Griezmann, la otra gran estrella del encuentro, estrellaba el balón en el larguero y enseñaba su carta de presentación particular en el encuentro. Argentina resoplaba aliviada tras escapar de una situación que podría haber sido ignominiosa con solo 8 minutos de juego disputados.



Pero el alivio de los de Sampaoli sería efímero. La defensa francesa estaba muy encima de Messi, y estaba esperando una pérdida del cuadro argentino para armar el contragolpe, cosa que hizo a través de Mbappé. El galo, en una cabalgada espectacular, llegaba al área sudamericana y era derribado por Marcos Rojo. Penalti a favor de Francia que transformaba Griezmann. En el minuto 12 del encuentro los galos se adelantaban en el marcador y el partido se ponía muy cuesta arriba para la albiceleste demasiado pronto.



Mbappé desatado



Tras el gol de Griezmann, Argentina se intentaba hacer de nuevo con el control del encuentro mientras los franceses buscaban de nuevo sus oportunidades a la contra. De nuevo Mbappé conseguía ganar la espalda a los defensa de Sampaoli y sacaba una nueva falta al borde del área, esta vez a Tagliafico. Pogba mandaba el balón directamente fuera pero Argentina seguía sufriendo.



En este punto, las tácticas de ambos equipos parecían claras. Francia cedía el control del esférico a la albiceleste, que tenía la posesión pero hasta el momento no generaba demasiado peligro. La selección europea por su parte intentaba encontrar sus opciones a la contra, especialmente de mano de un Mbappé que era un peligro constante para la zaga argentina.


El peligro de Francia era continuo. Cada vez que la zaga de Sampaoli mandaba balones largos, la defensa gala recuperaba el esférico y aprovechaba el desajuste de la defensa rival para crear ocasiones de gol. Así lo hizo Griezmann en una acción con la banda derecha que atrapó Armani. Sin pasar de la media hora de partido, estaba más cerca Francia del segundo que Argentina de igualar el encuentro.


La primera acción peligrosa de la albiceleste fue una acción individual de Mercado, pero el pase de la muerte se marcharía desviado. Fue un espejismo. Francia volvía a entrar en el área rival de la mano de un incombustible Mbappé, aunque esta vez los argentinos conseguían atajar el peligro.


Francia se hacía con el control del partido. Parecía que Argentina estaba deseando que llegara el descanso para ajustar la táctica. No había conexión entre el centro de campo argentino y la delantera, que tampoco se ofrecían para recibir el balón. No encontraba respuestas la albiceleste y en 34 minutos de la primera parte Messi prácticamente no había olido el balón. Francia, sin interés en tener el balón, estaba ocasionando muchísimo más peligro que una selección adormilada y apática en el campo. El sistema defensivo de Deschamps aislaba a Messi y dejaba sin respuesta al resto de los argentinos y la línea Matudi, Kanté y Pogba ganaba cada duelo en el medular.


Aparece Di María

En el momento en el que más cerca parecía Francia del segundo gol Di María cogía el balón muy lejos del área, chutaba, yu el balón entraba por toda la escuadra sin ninguna posibilidad para Lloris. Premio excesivo y regalo balsámico para Argentina, que tras una primera parte horrible hacía el empate antes del descanso y dejaba a cuadros a una Francia que estaba siendo hasta ese momento indudablemente mejor.


Argentina se animaba en los últimos compases de la primera mitad, y ahora parecía Francia la que quería llegar lo antes posible al descanso para reajustar la táctica.


El descanso llegaba sin que diera tiempo para más en una primera parte dominada por Francia, pero en la que una genialidad de Di María permitía a la albiceleste seguir soñando con los cuartos de final.


Revolución albiceleste

La segunda parte comenzó con el primer cambio de la selección argentina. Fazio entraba en el campo y se retiraba Rojo, que estaba amonestado. Fue el único cambio. Tácticamente, Francia entregaba el balón a Argentina de nuevo y siguiendo en plan de la primera parte, intentaba aprovechar sus opciones a la contra.


Sin embargo en esta ocasión el plan galo no saldría de la forma esperada. Una falta en el lateral del área revolucionaría el partido. El balón saldría rechazado y llegaría a los pies de Messi. El astro argentino, desaparecido en la primera parte, chutaba con peligro y el balón sería desviado por Mercado y acabaría dentro de la portería de Lloris. Segunda ocasión de peligro, segundo tiro a puerta y segundo gol argentino, que se adelantaba en el partido. Argentina, sin haber jugado a nada, estaba en cuartos de final del Mundial, al menos de manera momentánea.


Ahora la presión era para Francia, que se veía por detrás en el marcador por primera vez en lo que llevaba de Mundial.. La selección dirigida por Didier Deschamps tendría que tomar la iniciativa renunciando a su plan inicial, aunque tendría toda la segunda parte para igualar el partido.


Francia da la vuelta al partido

El primer susto que dio Francia en la segunda parte tuvo como protagonista a la zaga albiceleste. Fazio daba un muy mal pase a Armani y apunto estuvo Griezmann de igualar el duelo. Fue el preludio de lo que estaba por venir.


En la siguiente jugada una incursión por la banda izquierda de Francia acababa con el balón despejado. Pavard aparecía de la nada, y con el exterior ponía el balón en la escuadra de Armani, que poco pudo hacer a pesar de la estirada. El partido se animaba y Francia volvía a igualar un partido loco con todavía más de media hora para que finalizara el choque.


No acabaría aquí Francia. Motivados por el gol de Pavard y tan solo cinco minutos después del empate, Mbappé entraba en el área albiceleste y con un fuerte tiro abajo superó a Armani y dio la vuelta a un encuentro en el que todavía quedaba mucho por pasar.


Y es que Francia no se conformaría con el 3-2. Agüero entraba por Enzo Pérez, pero no había tocado aún el balón cuando, en una jugada colectiva de los galos en transición, el esférico llegaba de nuevo a manos de Mbappé, que batía de nuevo a Armani en el mano a mano y se consagraba como el mejor jugador del partido.


A punto estuvo de hacer Giroud el quinto, pero el balón se marchaba por el lateral de la red. Deschamps dejaba en evidencia la floja defensa argentina, y Francia creaba peligro en cada llegada. En este punto, parecía imposible que Argentina pudiera reaccionar y llegar a igualar el partido.


Los últimos veinte minutos del partido transcurrirían sin grandes alardes de ninguno de los dos equipos. Argentina, que mentalmente ya se veía fuera del Mundial, intentaba sin mucha convicción buscar un gol que pusiera emoción al partido. Francia ahora se limitaba a controlar el encuentro y a dejar pasar los minutos aprovechando alguna contra que pudiera darles el quinto.


Emoción hasta el final

Argentina se encontraría una última oportunidad al final del partido. Aunque parezca mentira, la albiceleste se encontraba con un njuevo gol. El pase de Messi era aprovechado por Agüero, que anotaba el tercero de los suyos y ponía emoción a la recta final del partido. Aun tuvo la última Argentina, pero el balón se marchó desviado.


Al final, el 4-3 maquillaba el resultado, pero Francia confirmaba la debacle Argentina y confirmaba el probable final de Sampaoli. La selección gala, muy criticada en la fase de grupos, jugaba su mejor partido del Mundial y pasaba por encima de una Argentina que más allá de encontrarse con tres goles, fue una marioneta en manos de una Francia muy superior y que se postula como una de las favoritas para ganar el Mundial.


Los galos esperan al ganador del Uruguay-Portugal y Argentina y Messi, que sigue sin anotar en una eliminatoria de un Mundial, hace las maletas y se vuelve a casa.


 


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