El PP despide a Casado y da la bienvenida a Núñez Feijóo

Los barones ‘bendicen’ al presidente gallego mientras se ultiman los detalles del relevo

Llegada de Alberto Núñez Feijóo a la sede de Génova en la noche del miércoles.
Llegada de Alberto Núñez Feijóo a la sede de Génova en la noche del miércoles. Europa Press
Simón Ruiz
00:26 • 24 feb. 2022

Pablo Casado ya es pasado en el Partido Popular. El futuro se llama Alberto Núñez Feijóo. Y el presente está rodeado de incógnitas después de una maratoniana reunión del presidente nacional con los barones territoriales, entre ellos el andaluz Juanma Moreno Bonilla en la madrileña sede de la calle Génova.



El calendario previsto es la celebración de una Junta Directiva Nacional para el próximo martes y la convocatoria de un congreso extraordinario. Ese es el calendario previsto, pero los barones cerraron filas para que el relevo sea inminente. Habrá cambio de liderazgo sí o sí. Solo queda por saber cómo se producirá.



El relevo



Todos los presidentes del PP en las comunidades y ciudades autónomas quieren que el gallego Feijóo tome las riendas del partido después de una semana de tiranteces por las acusaciones de cobro de comisiones por parte de un hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En situar al presidente gallego en Génova hay consenso. Y, además, también lo había para pedir a Pablo Casado que presentara este mismo miércoles por la noche la dimisión para facilitar ese relevo rápido. Al menos eso es lo que trascendió desde fuentes no oficiales.



Si Casado Blanco, que llegó al cargo en el verano de 2018, renunciaba en la noche del miércoles, no habría congreso como tal y Núñez Feijóo ocuparía el despacho en la capital de España. De lo contrario, mantener la Junta Directiva Nacional del próximo 1 de marzo sí permitirá a la militancia poder participar en un proceso de primarias. Un militante al corriente de cuotas puede ser tan candidato como Feijóo si cuenta con un mínimo de cien avales.



 



Ayuso se queda



El presidente de la Xunta de Galicia se ha ganado uno a uno el apoyo de todos los barones para ser el candidato oficialista. La primera que abrió el camino fue Isabel Díaz Ayuso. “Mi sitio es Madrid”. Lo seguirá siendo. Y de la contienda sale reforzada porque también se le quitan los obstáculos para presidir el Partido Popular en la Comunidad de Madrid, como viene reclamando desde hace meses.


Esa aspiración política (hay una gestora desde que dimitiera Cristina Cifuentes) ha sido precisamente el elemento de discordia entre la dirección nacional y Ayuso a lo largo de los últimos meses. Eso. Y el caso de los 55.000 euros que cobró Tomás Díaz Ayuso para que una empresa pudiera acceder a un contrato de compra de mascarillas por la Comunidad de Madrid en pleno estallido de casos de coronavirus. El asunto ya está en manos de la Fiscalía.


Es precisamente la regeneración democrática la que defendió Pablo Casado y su núcleo duro para abrir esa guerra contra Ayuso, a la que reclamaron explicaciones desde el pasado verano. No llegaron hasta el viernes pasado. Convencieron a la dirección nacional para ‘archivar’ un expediente a la presidenta madrileña pero ya era tarde y ha sido inevitable escribir el fin del mandato político de Pablo Casado Blanco en el PP.


Lo que ha pasado después se resume en una frase: apenas han quedado marineros en el barco. Hasta el secretario general, Teodoro García Egea, trató de evitar el naufragio presentando su dimisión, respondiendo a una pregunta “en gallego” en La Sexta y recordando que Alberto Núñez Feijóo prometió no gobernar no Vox. Queda pendiente resolver otra incógnita, la de Castilla y León ...


 


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