“La población marroquí de Almería se siente bastante bien integrada”

Desde el pasado mes de septiembre, Abdelilah Nejjari ocupa el cargo de Cónsul General del Reino de Marruecos en Almería, después de una extensa y brillante carrera diplomática que le ha mantenido cerca de asuntos del más alto nivel diplomático. Entre otros, asumiendo destacables responsabilidades en materia de política exterior en países de Sudamérica como Perú y Chile, pero también ejerciendo como consejero político en la Embajada de Marruecos en Madrid. Su experiencia profesional comprende funciones que le han granjeado una visión cualificada de la actualidad. Un bagaje que le permite mostrarse convencido de que la conexión entre España y Marruecos es provechosa y prometedora para ambos países, llamados a encontrar espacios cada vez más amplios en términos de cooperación política, económica, cultural y social. Este compromiso con la cercanía, el entendimiento y los intereses comunes predomina en el enfoque del nuevo Cónsul.

El factor humano 

Paralelamente a la visión general de las relaciones bilaterales hispano-marroquíes, Abdelalilah Nejjari confiere un especial interés desde su responsabilidad al factor humano. Las cifras hablan por sí solas. En la provincia de Almería viven actualmente, 61.749 ciudadanos de Marruecos, lo que supone un 8,44% de la población provincial, con dos municipios a la cabeza como son El Ejido (16.751, un 27,13 % de la población total) y Almería capital, con 11.883 (un 19% de la población total). El tercer municipio por volumen de población es Níjar, con 9.807 (15,88% de la población total). De todos los marroquíes que viven en la provincia, 53.493 personas han nacido en Marruecos. La diferencia respecto al censo total, esto es 8.256, han nacido en España, constituyendo una segunda generación residentes marroquíes que son ya no solo almerienses de adopción sino también de nación.

El medio agrícola

Con igual importancia por lo que representa para el tejido económico y social almeriense, el Cónsul General del Reino de Marruecos, destaca que en una inmensa mayoría sus compatriotas que residen en Almería constituyen una ingente aportación de mano de obra cualificada para la agricultura. La razón es que, en buena medida, proceden de zonas del país caracterizadas por un profundo arraigo agrícola. Entre ellas, Nejjari destaca Beni Mellal, la cual conoce bien porque desempeñó cargos de responsabilidad del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de Marruecos relacionados con dicha zona. 

Esta faceta de la comunidad marroquí que vive en Almería se manifiesta ya en iniciativas profesionales que rebasan el trabajo por cuenta ajena en la agricultura. Poco a poco, crece el número de marroquíes que ponen en marcha su propio invernadero o que asumen la explotación de una finca bajo arrendamiento. Sin duda, son ejemplos de un proceso de integración que tiene en el campo su principal pilar.

El desarrollo de la agricultura intensiva almeriense  es, en su opinión, un buen ejemplo para Marruecos. En ese contexto. Abdelilah Nejjari, explica aspectos relevantes de la actualidad agrícola de su país que, recientemente ha puesto en marcha un ambicioso plan denominado Génération Green, que está llamado a impulsar avances significativos en el desarrollo agrícola. Pero también materia social y ambiental. Entendido como sucesor del Plan Maroc Vert, contempla, entre otros aspectos, la incorporación de una nueva clase media en el entorno agrícola, unido a destacables inversiones en materia de desalación unida a la generación de energía fotovoltaica.  Esta estrategia, surgida en 2020, tiene como plazo de ejecución previsto hasta 2030. 

Integración

Para Abdelilah Nejjari, la población marroquí que reside en Almería se siente razonablemente aceptada e integrada. Nejjari destaca, en este sentido, que Almería es un destino definitivo para sus compatriotas que eligen España o Europa para iniciar una nueva vida. Es decir, no consideran a Almería como una mera zona de tránsito.

En estos primeros compases del desempeño de su cargo, el Cónsul General de Marruecos ha podido contrastar con entidades asociativas de marroquíes en Almería que la población originaria de este país alcanza con facilidad un buen nivel adaptación al entorno humano y social. Se puede decir que, en términos generales, los marroquíes viven bien entre los almerienses. Quizás cabría citar el idioma como una de las barreras más difíciles de salvar en un principio, aunque también es cierto que para la mayoría de marroquíes que viven en la provincia el español se ha convertido en una lengua vehicular de uso común, cuando no, un segundo idioma compartido con el original.

Quizás un aspecto que genera cierto nivel de dificultad para los ciudadanos de su país que viven en Almería es la conectividad. Es decir, la dificultad de contar con conexiones aéreas entre Almería y su país, como las que disfrutan otras provincias españolas, algunas tan cercanas como Málaga. La posibilidad de contar con una mayor oferta de líneas aéreas es una aspiración que comparten con el resto de la población almeriense y que es objeto de permanentes reivindicaciones. 

Proyección exterior

Abdelilah Nejjari está convencido de que la proyección exterior de Marruecos representa está en perfecta consonancia con las relaciones que mantiene con España, la UE y el resto del mundo. Un ejemplo elocuente del papel de Marruecos en el mundo es la celebración en su país de la Asamblea del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, un fenómeno de alcance global que llevaba medio siglo sin celebrarse en África. Por supuesto, Nejjari le confiere un especial significado a la celebración del Mundial de Fútbol en 2030 que compartirán Marruecos, España y Portugal, un acontecimiento que, en su opinión, revalorizará  los nexos que existen entre los tres países.