El comercio quiere fechas fijas para evitar el caos en las rebajas

Los empresarios se quejan de que la desregulación actual desincentiva a los usuarios

Luis Escámez, presidente de la Federación del Comercio de Asempal
Luis Escámez, presidente de la Federación del Comercio de Asempal La Voz
Antonio Fernández
23:55 • 30 jun. 2023

Los comerciantes almerienses se han sumado a las reivindicaciones que ha lanzado la Federación del Comercio de Andalucía que reclaman de nuevo una regulación de los periodos de rebajas, con fechas definidas de inicio y finalización, para evitar de esa forma el caos actual.



Hasta hace ya más de una década los periodos de rebajas, ya fueran las de enero o las del verano, dejaron de disponer de una normativa legal como respaldo. En el caso de las primeras comenzaban pasada la festividad de los Reyes Magos. En el de las veraniegas la fecha emblemática era el 1 de julio, tal día como hoy.



Mal negocio
Para el presidente de la Federación de Comerciantes de Almería, Luis Escámez, esa pérdida de regulación ha hecho que numerosos establecimientos se anticipen e inicien ese periodo de bajos precios antes de lo que antes era la regla general “lo cual al final supone un perjuicio para los establecimientos, provocando confusión en los consumidores y guerras de precios entre los comercios”.



Los empresarios sostienen que sólo estableciendo unos periodos acotados de venta en rebajas se volverá a recuperar el efecto positivo de esta modalidad de venta especial en los comercios en su conjunto y no solo, como está ocurriendo ahora, para las grandes compañías de distribución aunque, según Escámez, la disminución del interés “en realidad está afectando a todos los segmentos”.



La Federación sostiene, en cualquier caso, que la liberalización de las rebajas ha tenido efectos negativos en el pequeño comercio ya que no tienen los recursos económicos y de promoción que poseen las grandes cadenas comerciales.



Falta de interés
Los empresarios consideran que al no existir fechas fijas y preestablecidas para las rebajas, “los consumidores están perdiendo el interés y la motivación para acudir a los establecimientos ante un anuncio permanente de venta en rebajas”.



Entienden que esa falta de regulación provoca el riesgo de que se produzca una banalización de las rebajas, con descuentos menos significativos y prácticas de márketing que confunden a los consumidores, lo que puede generar desconfianza y perjudicar la reputación de los comercios.



Como consecuencia de ese ‘desorden’ en la puesta en marcha de las rebajas, citan que el efecto positivo de esa fórmula “no va más allá de unos pocos días y los efectos beneficiosos que tenían, sobre todo para el pequeño comercio, están desapareciendo.


Los beneficios
Luis Escámez explica que esos efectos beneficiosos alcanzan por igual a los empresarios y a los consumidores; los primeros porque las rebajas se instauraron como una forma de cerrar cada temporada y dar inicio a la siguiente, para lo que es necesario deshacerse del producto almacenado de la temporada anterior. Para los consumidores es la ocasión de hacerse con mercancías nuevas, con la misma calidad, pero con una notable reducción en el precio con las rebajas.


Para ello piden que se recupere la antigua normativa que establecía fechas concretas “porque antes la gente lo tenía más claro: el 1 de julio empezaban las rebajas y todos recordamos las colas que se formaban el 1 de julio, desde primera hora de la mañana para hacerse con los artículos más deseados”.


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