La sequía coloca a Almería en riesgo extremo de incendios forestales

La provincia sufre uno de los años hidrológicos más secos desde el inicio del Siglo XXI

Las reservas de agua para el regadío son cada vez más escasas
Las reservas de agua para el regadío son cada vez más escasas La Voz
Antonio Fernández
23:12 • 04 abr. 2023

La mayor parte de la provincia de Almería se encuentra en un alto grado de sequía que desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía se ha calificado entre muy seco y extremadamente seco, una situación especialmente prolongada en el Valle del Almanzora y en el Campo de Tabernas.



Es la consecuencia lógica de un año hidrológico (que se extiende desde el 1 de octubre hasta el 30 de septiembre) que ya se puede calificar como uno de los más secos, si no el que más, desde que se iniciara el Siglo XXI, con cantidades de lluvia recogidas que están muy por debajo de las medias históricas.



Ausencia de lluvias
En los seis primeros meses del actual año hidrológico las precipitaciones han brillado por su ausencia. En los meses del otoño, cuando tradicionalmente se han registrado en la provincia episodios de Dana’s, también conocidas como ‘gota fría’, sólo en la primera quincena de octubre se produjeron algunas precipitaciones, aunque lejos de episodios más lluviosos registrados a lo largo de los últimos años.



Pero si el otoño fue seco, con apenas 60 litros por metro cuadrado entre los tres primeros meses del año hidrológico 2022/23, el invierno no sirvió para aliviar la profunda sequía. En diciembre se activó una alerta por lluvias que, supuestamente traerían agua a las resecas tierras almerienses, pero fue una alerta frustrada ya que apenas se produjeron algunos chubascos débiles y aislados.



Habían pasado siete meses sin apenas precipitaciones desde que en la primavera de 2022 se registrara un episodio de fuertes lluvias que marcaron máximos históricos en algunas áreas de la geografía provincial.



Alerta máxima
Ejemplo de ese cambio es que en una zona calificada como ‘extremadamente seca’ este año como la del Valle del Almanzora, en octubre del año pasado cayeron 344 litros/metro cuadrado (en Cuevas del Almanzora), mientras que este año apenas se recogieron 40 litros en sólo dos horas con una tormenta que apenas afectó a otras localidades de su entorno.



Enero, febrero y marzo, por su parte, han sido meses de absoluta escasez y en numerosas áreas, especialmente las situadas en el litoral, con la capital a la cabeza, los pluviómetros se han quedado prácticamente a cero en lo que se refiere a las precipitaciones.



Riesgo de incendios
Tal acumulación de periodos secos ha hecho saltar las alarmas. El Índice de Precipitación Evotranspiración Estandarizada que elabora la Junta ha empujado a declarar el riesgo de incendios forestales como extremadamente alto, cuando aún quedan más de dos meses para que llegue el verano.


Un estado de alarma que ha convertido a Almería en la provincia andaluza en la que se establece el plazo más dilatado de la prohibición para realizar quemas de matorral, pastos o residuos forestales, que abarca del 1 de abril al 31 de mayo, cuando en el resto de Andalucía sólo abarca diez días, del 1 al 10 de abril.


Toca mirar al cielo para ver si en lo que resta de la primavera llegan las ansiadas lluvias capaces de aliviar la actual situación de sequía.


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