El recorrido de la basura: así funciona la planta de reciclaje

El espacio que ocupó la nave central de tratamiento sigue como zona cero del incendio de agosto

Lola González
20:30 • 19 mar. 2023

Después de un tiempo ya en marcha el programa de visitas guiadas a instalaciones municipales, con mucha curiosidad y mentalizada a que tras la visita tocaba irse directa a la ducha, llego a la planta de compostaje de residuos ubicada en Cuevas de los Medina para participar dentro de los recorridos que tiene en marcha el Ayuntamiento de Almería para abrir algunas de sus instalaciones a los ciudadanos. Reconozco que al salir el programa la que más me llamó la atención, por ser la única en la que no había estado a pesar de haberlo solicitado en alguna ocasión, era este espacio de tratamiento de la basura. Un interés que se incrementó tras el incendió que destrozó la nave principal de tratamiento y que ha obligado a reestructurar todo el complejo. 



Con esta idea llego, no sin alguna pérdida en el camino, a la planta. Nada más entrar me recibe la concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, que viene a acompañar la visita (me dicen los trabajadores que suele ir a bastantes), y entramos en una sala en la que nos encontramos una maqueta de lo que fue este espacio antes del incendio. Allí estaba en pie la nave mecanizada para la separación y tratamiento de residuos que desapareció entre las llamas en el mes de agosto. “Tuvimos la suerte”, cuenta, “de que había una nave construida que no se estaba utilizando y allí hemos puesto en marcha esta especie de planta provisional que da un buen servicio mientras se hace el proyecto de la nueva que tendrá que levantar la empresa concesionaria”.



Durante la explicación, tras contarme que las líneas de fermentación de los residuos orgánicos que ahí se veían al aire se habían cubierto, caminamos hacia la parte trasera de la nave desaparecida y la propia edil se sorprende: “¡ay, que el camión está puesto en el foso 15!”, le dice a uno de los trabajadores que iba a encargarse de la visita. “El fuego de agosto se originó precisamente en el foso 15. Creemos que el camión que descargó allí debía llevar algo inflamable entre la basura y prendió en el foso. Este espacio que se situaba en la parte trasera de la nave tiene una profundidad de diez metros, con fuertes cimentaciones, y una vez que empieza a arder es dificilísimo apagarlo”, aseguraba con tristeza Cobos.



Visita
Comenzamos entonces la visita y lo primero que veo es una gran balsa de fangos que “está en desuso” en este momento y justo enfrente, se encuentra una nave que “servía como crematorio de animales aunque ahora mismo no se utiliza porque es mucho más aconsejable que lo hagan empresas especializadas en eso”. Nos desviamos un poco de la visita habitual para dirigirnos a la zona en la que estaba la nave de tratamiento que salió ardiendo y en la que no está permitido acceder. En el camino nos cruzamos con esas líneas cubiertas para la fermentación de los bioresiduos, la nave en la que se afinan esos restos orgánicos que salen de la planta y la aquella en la que se amontonan y se guardan lo que ellos denominan como ‘balas’, son grandes paquetes de material reciclable, cartones o plásticos, bien doblados y compactados. 






De allí llegamos a un espacio en el que el olor a quemado es tan profundo que pareciera que aún sigue ardiendo. Horas tuvieron que pasar para ser capaz de oler algo diferente. La imagen es desoladora. Aún se pueden ver algunos contenedores retorcidos por el calor cerca de algunos fosos, restos de las estructuras que ya no existen, y todo con un color negruzco que no engaña a nadie. “Ya no existe nada de lo que había aquí. El día del incendio pasamos miedo, apabullaba la forma de extenderse y temíamos que pudiera llegar a la nave de fermentación que tenemos aquí que es donde guardamos el bioresiduo para sellar el vertedero. Como has visto, además guardamos ‘balas’ allí y lo primero que intentamos es retirarlas para que no se extendiera. Los trabajadores cogieron los toros para trasladarlas lo más rápido posible y los bomberos consiguieron hacer un cortafuegos que evitó que llegara allí”, explica Margarita Cobos.



Desolación
Mientras subimos a la parte más alta, vemos a dos personas tomando medidas, y es que ya se trabaja en la redacción del proyecto para la nueva planta. “Están en ello, y ya que ha ocurrido este desastre, el objetivo es poner en marcha la mejor planta posible, la más moderna. Mejor incluso que la que teníamos”, asegura la edil de Sostenibilidad.



Vamos ahora a la zona que se ha habilitado como planta de tratamiento provisional. Entramos en la nave. Allí se puede ver perfectamente el itinerario que lleva nuestra basura en lo que son sus primeras fases de tratamiento. Llega un camión de la empresa de recogida de residuos cargado y deja los residuos en el montón de bolsas. Allí se hace una primera visual ya que hay elementos que siguen llegando a través de los cubos de basura y que no pueden tratarse como es el caso de los neumáticos.



Una máquina dotada con grandes pinzas, con un mecanismo similar a estas que hay en los centros de ocio infantil y que permiten coger un regalito, coge las bolsas y las va depositando con cuidado en el inicio del engranaje para no saturar lo que denominan como “triturador” que “sirve para abrir las bolsas de basura, no para triturarlas”. De ahí pasa, a través de una cinta al tromel, una especie de cilindro metálico que gira y que separa las bolsas y el plástico grande a través de una especie de cuchillas. A esto se le suma una zona imantada en la que se separa también el material metálico. A partir de ahí, el sistema cuenta con un rascador, un sistema de mantenimiento y limpieza de la propia cinta y la criba que realiza para que no se atasque, permite caer en un contenedor algunas pequeñas cosas. Lo cierto es que esos residuos, que pueden tener aún algún resto de plásticos, cartones, etc, llega a la sala en la que se encuentran los trabajadores y allí, van terminando de separar para el reciclaje. De lo que allí sale, lo más limpio posible, es “un subproducto que va a la zona de fermentación, se voltea, se estabiliza, y cuando es estable, se afina”.


Terminamos el recorrido y nos cruzamos con el grupo de la visita programada. Son jóvenes que van a conocer cómo funciona la planta. Saldrán de dudas sobre si verdaderamente se recicla o no, y verán el desastre que supuso en fuego que todo lo destruye a su paso.


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