Urbanismo se atasca en la calle Hércules

El Ayuntamiento sigue sin completar el proceso de expropiación de todas las viviendas

En las últimas semanas el Ayuntamiento ha tapiado seis viviendas de la calle Hércules.
En las últimas semanas el Ayuntamiento ha tapiado seis viviendas de la calle Hércules. La Voz
Eduardo de Vicente
20:31 • 17 sept. 2022

Hace dos semanas el Ayuntamiento de Almería sacaba a licitación las obras para la demolición de los diecisiete inmuebles que forman la manzana de la calles Viña y Hércules, confiado en que el proceso de expropiación estaba ya a punto de concretarse. Pero han pasado los días y lo que parecía hecho no se ha podido concretar, ya que al menos dos propietarios se niegan a dejar sus viviendas al considerar insuficiente la oferta económica municipal.



Las dos familias afectadas han puesto el caso en manos de un abogado para que negocie con el Ayuntamiento lo que los vecinos consideraran “una salida justa y airosa”. Hasta el momento, las primeras tomas de contacto entre el abogado de los vecinos y Urbanismo han sido infructuosas. 



Desde la concejalía estiman que el precio estipulado por las viviendas se ajusta a la realidad de las mismas, mientras que las familias afectadas defienden que se trata de cantidades que están por debajo de lo que se les ha pagado a otros vecinos de la calle, que con menos superficie habitable han conseguido sumas más rentables. 



Los vecinos aseguran que están dispuestos a llegar hasta el final en este asunto y si hay que recurrir hasta la última instancia lo harán, con talde poder obtener el dinero suficiente para poder aspirar a una vivienda que como mínimo disponga de los mismos metros que tenían las que les van a ser expropiadas.



Consideran que con las cantidades que les ofrece ahora el Ayuntamiento es imposible encontrar algo que se le parezca a sus casas actuales debido al elevado precio de las viviendas. Se da el caso, además, de que las dos familias afectadas están ligadas al barrio sentimentalmente, han nacido en él y exigen que se les respeta el derecho de poder seguir viviendo y no tener que afrontar el desarraigo que les supondría buscar una vivienda en cualquier arrabal donde si es posible encontrar precios más baratos.



Su posición es firme. Quieren que el Ayuntamiento les aumente la oferta para poder aspirar a viviendas con los mismos metros que tenían en las que les van a expropiar, que en ambos casos superan ampliamente los cien metros cuadrados. 



Mientras las negociaciones siguen adelante, Urbanismo ha conseguido tapiar ya seis viviendas en la calle Hércules, aunque todavía no ha clausurado ninguna en la calle de la Viña. 



También tiene prácticamente conseguido el objetivo de vaciar el ya famoso piso esperpéntico de la subida a la Alcazaba. Esta semana, los vecinos que faltaban han seguido dejando sus viviendas, aunque parece que hay un rezagado que no termina de aceptar lo que le ofrece el Ayuntamiento. 


La demolición de este edificio se considera prioritaria para dar un paso de gigante en ese proceso de transformación del entorno de la Alcazaba. Se trata de un piso de tres alturas que se construyó a comienzos de los años setenta, a los pies del torreón de levante del monumento, sin ningún respeto a la historia y sin tener en cuenta las construcciones, todas de planta baja, que componían entonces aquella amplia manzana.


Hace dos años, cuando el Ayuntamiento derribó las casas de la acera derecha de la subida por la calle de Almanzor para acercar un poco más la Alcazaba al centro de la ciudad, la figura del ‘adefesio’ se hizo más rotunda, por lo que  desde Urbanismo se pusieron en marcha todos los trámites para acelerar el proceso de expropiación de todas sus viviendas.


A la espera de que se cierren definitivamente las negociaciones con los vecinos que resisten en la calle Hércules, los planes del Ayuntamiento siguen siendo los mismos: comenzar con el derribo de los diecisiete inmuebles el próximo mes de octubre y tener toda la manzana despejada antes de que finalice el año. De esta forma, la explanada que quede en el solar de las calles Hércules y Viña se unirá con la prolongación de la calle Pósito y con las obras que se están realizando en el paraje de la Hoya y en la ladera de poniente del Cerro de San Cristóbal. El objetivo de las autoridades es que ese proceso de transformación del entorno de la Alcazaba pueda ser una realidad para la próxima primavera.


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