Almería supera la línea roja de los cien casos en un día de récord en Andalucía

La pandemia se dispara en Andalucía, donde este viernes se registra un nuevo récord en esta segunda ola de la pandemia, y la provincia de Almería acompaña a estas cifras, al superar la línea roja de los cien casos de coronavirus.

La comunidad andaluza ha sumado este 16 de octubre 2.928 positivos confirmados por PCR y test de antígenos, según datos consultados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), que contabilizan 29 fallecidos en 24 horas, la tercera mayor cifra de defunciones en esta ola.

Tras varias jornadas por debajo del centenar de positivos, la provincia aumenta considerablemente los nuevos casos y alcanza este viernes los 112. A pesar de estas cifras, Almería sigue siendo el segundo territorio andaluz con menos positivos registrados en las últimas 24 horas: solo Huelva está por detrás.

En esta jornada son dos las provincias andaluzas las que han registrado más de 700 contagios: Sevilla vuelve a liderar el aumento de afectados, con 788 casos, seguida de Granada con 735. Jaén ha sumado 458 casos, Córdoba 312 y Málaga 263. Por debajo de 200 casos aparece Cádiz con 170, Almería con 112 y Huelva con 90.

Almería es la única provincia que no ha sumado fallecidos en las últimas 24 horas. De las 29 muertes registradas este viernes en toda Andalucía, se han contabilizado nueve en Sevilla, cinco en Córdoba y Granada, cuatro en Cádiz, tres en Huelva, dos en Málaga y una en Jaén. 

De las menos afectadas
A pesar de este aumento en el número de casos, la provincia se mantiene, junto a Huelva, entre las zonas menos afectadas por el virus en esta segunda ola. 

Tras el repunte inicial que provocó la lógica alarma en la provincia al encabezar durante semanas los registros diarios de casos detectados, hospitalizaciones y pacientes ingresados,la evolución es al menos mucho mejor que en otras provincias andaluzas.

A pesar de ello, acontecimientos como la fiesta de Benahadux, en la que se desalojaron a 34 personas (que compartían cachimba, no tenían mascarilla y no guardaban la distancia de seguridad) hace saltar las alarmas entre los responsables políticos y sanitarios ante la aparición de un posible brote.