La Voz de Almeria

La Foodineta

Arroces y pescado frito desde 14 euros en uno de los rincones más mágicos de Almería

La Guía Repsol destaca dos restaurantes emblemáticos de este pueblo con casas blancas y aguas cristalinas

Una de las calles de este encantador pueblo del litoral almeriense.

Una de las calles de este encantador pueblo del litoral almeriense.Turismo Andaluz

Tito Sánchez Núñez
Publicado por

Creado:

Actualizado:

A orillas del mar Mediterráneo y dentro del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, un pequeño pueblo de pescadores con menos de 210 habitantes es uno de los rincones más mágicos de toda la provincia de Almería.

Casas blancas, aguas cristalinas y una oferta gastronómica basada en los productos del mar convierten a este destino en un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la esencia mediterránea.

La Isleta del Moro tiene raíces históricas. Durante siglos, este enclave fue refugio de piratas berberiscos, entre ellos el caudillo Mohamed Arráez, que es quien da nombre a la localidad. Hoy, lejos de aquel pasado, el pueblo se presenta como un remanso de paz para quienes buscan tranquilidad y belleza natural.

La gastronomía es uno de los grandes atractivos de La Isleta del Moro. Aquí, el pescado fresco es el protagonista, con recetas que capturan la esencia del Mediterráneo. 

La Guía Repsol destaca dos restaurantes emblemáticos: uno de ellos es La Ola, con impresionantes vistas y platos elaborados con productos locales, donde se pueden degustar espectaculares arroces desde 14 euros, además de frituras de pescado o fideuá; otro es El Hogar del Pensionista, reconocido por su ambiente acogedor y generosas raciones. 

Más allá de la gastronomía, La Isleta del Moro invita a disfrutar de sus paisajes únicos. Recorrer sus calles tranquilas, con casas blancas y barcas de pescadores, es una experiencia enriquecedora. 

La playa del Peñón Blanco, con arena fina y aguas cristalinas, es ideal para un día de relax. Para quienes buscan rincones más salvajes, la cala de los Toros ofrece un entorno natural privilegiado, rodeado de pinos y palmeras.

Muy cerca de allí, el Mirador de la Amatista, situado en el camino que va desde La Isleta a Rodalquilar, es perfecto para contemplar los acantilados y el inmenso azul del mar. Desde este punto se puede apreciar la belleza incomparable de la costa almeriense.

Y para quienes quieran combinar la actividad física con paisajes impresionantes, el sendero que conecta La Isleta con Los Escullos ofrece una experiencia única a través de espectaculares calas, acantilados y formaciones volcánicas

tracking