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Dónde desayunar en Almería: el brunch que Greta aprueba y tu cuñado no entiende

Aquí el veganismo no es una opción: es un principio con empanadas, tostadas, tartas y café

Las empanadas Curry y Chorizo de AlmaZen Orgánico y un café con leche vegetal.

Las empanadas Curry y Chorizo de AlmaZen Orgánico y un café con leche vegetal.Víctor Navarro

Víctor Navarro
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Entre la calle de las Tiendas y el murmullo perpetuo de la Plaza Flores, hay una pequeña vía que los almerienses conocen bien: calle Azara, una calle que guarda la memoria de comercios clásicos como la Droguería Juanjo, y que ahora da cobijo a un nuevo tipo de templo: más silencioso, más consciente. Su nombre es AlmaZen Orgánico, y no está aquí para competir con el ruido, sino para ofrecernos un espacio donde todo —desde la masa de pan hasta la elección de leche— se piensa con una pausa que ya no se estila.

AlmaZen se define como un espacio de encuentro consciente. Y lo es. Tiene algo de santuario minimalista, con su mostrador sencillo, un par de mesas dentro, y una vitrina que cada semana muta con nuevas tartas y dulces 100% veganos y sin gluten, preparados con mimo y con ingredientes que priorizan lo local. Fuera, cuatro mesas bajas y dos altas permiten que el desayuno se tome con sol y con calle: observando el trasiego pausado de Azara mientras el café con leche vegetal humea en una taza de desayuno.

Aquí el veganismo no es una opción: es un principio. Y aunque eso pueda espantar a los carnívoros por costumbre, AlmaZen no te quiere convertir —solo quiere que pruebes. Porque el sabor no tiene ideología, y sus desayunos son prueba de ello.

El desayuno elegido: un viaje entre hemisferios

Aunque ofrecen tostadas de masa madre sin gluten —tomate con aguacate, queso vegano con rúcula—, nuestra elección va más allá de lo esperable. Empanadas argentinas veganas. Porque una de las almas de AlmaZen viene del verdadero sur, y ha traído consigo el formato más noble del almuerzo argentino.

Cinco variedades en carta a 2,10 euros la unidad: Curry, Cebolla y Queso, Barbacoa, Chorizo y Pastela. Nosotros elegimos dos: la de Curry, con soja texturizada, manzana, leche de coco y especias cálidas; y la de Chorizo, con soja texturizada, cebolla, ajo, pimiento y pimentón, que replica sin miedo y con sorprendente fidelidad los tonos ahumados del embutido —pero sin animales en el camino.

La empanada 'Chorizo' del AlmaZen Orgánico.

La empanada 'Chorizo' del AlmaZen Orgánico.Víctor Navarro

Las empanadas son compactas, del tamaño de un puño cerrado, pero esconden dentro una geografía completa de sabores. La de Curry evoca mercados del sudeste asiático: dulzor de fruta, calor de especia, cremosidad suave. La de Chorizo, para los escépticos (como yo), es un golpe de efecto: la textura es redonda, el sabor tiene identidad, y por un instante uno se olvida de que el pimentón no ha pasado por la carne.

Acompañamos con un café con leche vegetal —porque aquí la sostenibilidad forma parte del sabor— y nos dejamos llevar. El desayuno completo, con dos empanadas y el café, salió por 5,70 euros. Una invitación para quienes buscan alimentar cuerpo y alma, sin prisas ni artificios.

Una pausa solar y propia

Un punto a destacar de AlmaZen, sin embargo, no se sirve en la mesa. Ocurre cuando la calle se queda en silencio y la luz del sol  cae sobre Azara. El café en mano, los sonidos apagados de la ciudad en pausa. Ese momento breve y silencioso que tiene más de retiro espiritual que de cafetería. AlmaZen no es un sitio de paso. Es un lugar para quedarse un rato contigo mismo.

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