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Bodega 'El Mohoso', tradición familiar y casi centenaria

Las tinajas donde se almacenaba el vino del Mohoso adornan hoy la rotonda de carretera de La Alquería

Fotografía de la colección personal de Andrés Aguilera.

Fotografía de la colección personal de Andrés Aguilera.A.Aguilera

Pepe Cazorla
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La 'Taberna del Mohoso' (autóctonamente pronunciado 'Mojooso') se fundó hace ahora casi un siglo, un lugar de visita diario con solera y mucho oficio. Con el paso del tiempo, ha pasado de taberna a bodega o de bar a restaurante y casa.

El negocio embrionario familiar ha tenido transformación y renovaciones en el transcurso de los años. Aquel lugar era un hervidero de pescadores, labradores, albañiles, mecánicos, pintores, yesaires, comerciantes o banqueros. Cuando se cruzaba el umbral no existían las clases o estatus. 

El Mohoso era, es y lo será, el sitio donde el buen abderitano va en peregrinación a mediodía, antes que a casa, para hacer el 'costo'. Un templete en el escudo gastronómico del tapeo imprescindible si pasas por Adra. Un sitio idílico donde las tertulias diarias se entremezclaban ante el humeante olor de las tapas y el propio ambiente. 

Cosa habitual era que muchos de sus clientes aportaban al 'costo' pescados o verduras cosechado durante el día. Aquellos 'churros' de boquerón, bacalao o bacalailla rebozados en harina y frito, quedando de aspecto similar a los churros del desayuno, eran una delicia junto al buen vino 'Costa' de la Contraviesa.

Aquellos rostros de lobos de mar y labradores. De la sal y tierra. La de la barca y el arao se unían en las batallas diarias de la vida saboreando su momento de descanso en aquella bodega que aún es seña de identidad. Aquella cocina, era una enciclopedia de descubrimientos gastronómicos casi a diario y que con manos expertas preparaba los mejores platos para los paladares más exigentes. 

Un bullicio por entonces que podría sacar de sus casillas a cualquier profesor de Taichi hoy en día. Las llamadas 'dar la parte', referente a repartir la cantidad monetaria a distribuir por las capturas entre toda la tripulación, hacia que el espacio se convirtiera en punto fijo para algunas embarcaciones pesqueras de aquellos tiempos de 'Costafuera'. 

La entrada añeja de aquella bodega con porche de caña con sus hazneras para secar pescado al sol, la famosa jaula del loro y sus inolvidables tinajas de barro se embrutecía en la visión con una señora tapa a elegir.

Historia del Mohoso en sus inicios

La Taberna 'El Mohoso' pertenecía a un señor apodado el 'Mohoso'; esta taberna está situada en la Carretera de salida de Adra-Motril, el dueño primerizo no tenía ni tuvo ningún parentesco con los siguientes propietarios.

En 1939 Antonio López, vino de los cortijos Fragüilla-Bonillas a instalarse en Adra comenzando a trabajar en la taberna 'Mohoso' Estuvo poco tiempo, hasta casarse con Dulce García que también era oriunda de la sierra alpujarreña granadina.

El matrimonio puso negocio propio el cuál era de vinos también, poniéndole de nombre 'La Colmenilla'. Inmediatamente hizo gran clientela. Un cliente motrileño llamado Damián Carmona, un día, rebautizó la taberna diciéndole al dueño, Antonio López: “esto se va a llamar Mohoso y tú eres el Mohoso”. Desde entonces se fue olvidando el nombre de 'La Colmenilla” conociéndose definitivamente por 'Mohoso'. La gran mayoría pronuncia 'Mojooso'. 

Desde 1975 lo regentaba Manolo y su mujer Ana hasta el día de su jubilación ofrecieron una gran variedad de tapas típicas de la Alpujarra y de alguna manera mantuvieron con nota altísima la tradición heredada de sus mayores, pues fue fundada en 1931, pasando también por su hijo mayor.

Un lugar legendario con derroche de sonrisas

Con el paso del tiempo, aquel lugar revolucionó creándose una atmosfera juvenil que se entremezclaba con los más mayores del lugar. Aquella juventud, muchos de ellos en tiempo de vacaciones de verano y provenientes de distintos puntos de España, no dudaban en escuchar aquella animación de voces y el tintineo del cristal. 

Era un refugio para aquellos que quieren sentir la esencia abderitana. Uno de aquellos sonidos característicos procedía de un viejo magnetófono que reproducía discos de vinilo para escuchar música flamenca siendo casi habituales los cantes de Antonio Fernández Díaz “Fosforito”. Palabras mayores.

El local ha cambiado de imagen, estilo y dueño varias veces, pero nunca ha dejado su nombre inicial. Una zona con una gran historia detrás. Con aquellas tinajas de barro de color marrón y de grandes dimensiones que fueron utilizadas para el almacenamiento de vino en la bodega 'El Mohoso'. 

Estas tinajas se encuentran actualmente situadas en la rotonda de la carretera de La Alquería. Estas piezas fueron donadas por Manuel López García y pasaron a formar parte del inventario de Bienes Municipal. Dicen que aquellos tiempos no volverán, que hoy, son otros, pero lo que se tiene claro que 'El Mohoso' aún sigue sorprendiendo nuestro paladar. Con cariño y respeto a todos sus propietarios, arrendatarios y clientes.

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