Preguntar al vendedor por la curación o la raza es importante, porque hay que tener cuidado con los jamones fuera de norma.

Debemos estar bien asesorados a la hora de buscar dónde comprar un buen jamón, nos asegura Antonio Ortuño, cortador de jamón profesional y gerente del espacio gastronómico Ortuño. El jamón es una auténtica delicia a nivel culinario, un manjar del que es fácil disfrutar. Ya no sólo por su increíble sabor, sino también por lo valorado que está fuera de nuestro país. Pero, para lograr que el jamón ibérico realmente tenga tanta calidad, es necesario seguir una normativa muy concreta. Los estándares que rigen la producción del jamón ibérico, encargados de garantizar su calidad y su autenticidad, son muy estrictos. De ahí que también exista lo que conocemos como jamón fuera de norma donde es muy fácil que nos engañen y que te digan que el jamón es de un tipo y nadie lo certifica.

Siempre que queramos comprar un jamón ibérico hay que mirar que tenga una vitola con una denominación de origen. Ir a tiendas especializadas, son muchas las estafas que se denuncian, sobre todo, por la compra online.

No hay señales específicas que nos digan que un jamón es mejor que otro. La raza y la curación y una evaluación visual nos pueden dar pistas de que estamos comprando un buen jamón.

 

“La relación calidad precio al final siempre se nota. Hay marcas blanca que producen miles de jamones para atender a grandes superficies y por otro lado nos encontramos con jamones que son elaborados en pequeños secaderos familiares, donde el cuidado es máximo, la relación calidad precio se nota mucho en estos casos. Es posible que el de las grandes superficies te salga un poco más económico, pero en esa pequeña diferencia de precio que puedes encontrar, debes valorar de que secadero familiar viene, si los animales han sido mejor alimentados, si se han cuidado más” asegura Ortuño.

Los consejos claves son: siempre confiar en una tienda especializada o en algún cortador que te pueda ayudar. Y lo que siempre repetimos es preguntar por la raza y la curación.

“Fijarnos en que la pezuña sea larga, eso significa que el cerdo a “campeao” y que el perfil de la pieza sea homogénea… que esté bien perfilado, que toquemos la babilla pegada a la punta y que veamos que está bien madurito. Hay que tocar la maza y ver que no se ablanda, que no se te meten los dedos enteros” nos resalta Antonio.

Cuando ya nos hemos decidido a comprar un jamón, la última prueba es calar el jamón. Cuando introducimos la cala y el aroma, olemos a jamón limpio, intenso, con persistencia y sin anomalías, así es cuando determinamos que el jamón esta óptimo. Si notamos un olor a humedad no es un buen jamón y tenemos que optar por otro.

“No te quedes nunca con una duda” nos insiste Antonio Ortuño, pregunta en el establecimientos que vayas a comprarlo y si te da todas las garantías, seguro que esta Navidad vas a disfrutar de un buen jamón.