Pascual, toda una vida ligada al baloncesto

Ambrosio Sánchez

Pascual Sánchez Amador

  • La Voz

Querido hermano Pascual, te echaré mucho de menos y te recordaré siempre. Tu pérdida me supone una gran conmoción. Tu repentina desaparición hace que me acuerde más de ti en todo momento. No podré olvidarte jamás, al igual que todas las personas que te han conocido y que han tenido la suerte de contar siempre con tu ayuda y tu generosidad.


Juntos intentamos, y creo que algo logramos, levantar el deporte de base almeriense que no era fútbol. Yo te inculqué mi pasión por el baloncesto. Jugamos juntos en el club Amigos Alysol de categoría nacional y tu hijo Pascual incluso llegó a jugar en la categoría de plata del baloncesto español.


Se nos ha ido un hombre intachable en todos los aspectos de la vida y al que todo el mundo, jugadores, directivos, autoridades, han reconocido su gran labor en el deporte almeriense. Qué gran persona has sido en vida y qué vacío dejas en el deporte. Fuiste durante muchos años presidente del Club Baloncesto Almería, que llegó a tener cada temporada más de 1.000 niños y niñas aprendiendo y practicando este deporte.


Siempre has sido la persona, junto a tu mujer Carmen, que me acompañaba y se emocionaba en todos los eventos y galas con los premios que me entregaban. Tuya fue la idea de que yo colaborase y escribiese en La Voz durante tantos años, y si esa labor me ha sido  reconocida es gracias a ti. Tú fuiste mi guía en el mundo del periodismo y siempre te estaré eternamente agradecido. Además de mi hermano has sido un gran amigo, dándome ánimos, no dejándome solo en ningún momento, y como decías, “soy director de la mutua Asepeyo, pero la gente me conoce más como el hermano de Ambrosio”.


Desde el cielo verás que tu labor en la Tierra ha sido maravillosa y allá por donde has pasado has dejado una huella muy difícil de igualar. Te recordaré toda la vida como una persona de un carácter trabajador, sociable, amigo de todo el mundo, y con una manera de ser única en todos y cada uno de los temas que tratabas.


Hermano Pascual, descansa en paz después de esta rápida y desconocida enfermedad que ha acabado con tu vida. Vuelvo a decirte que te recordaré siempre.