Cenas familiares para saborear la Feria
El plan perfecto: comer en las casetas, en buena compañía, después de pasar por los cacharricos

Lleno de comensales en las casetas tradicionales
Tan tradicional es bajar a los niños a los cacharricos como disfrutar de una cena en buena compañía en cualquiera de las casetas tradicionales del recinto ferial. De hecho, son muchos los almerienses que tienen -casi- por norma reunir a toda la familia en torno a una de las mesas de la Feria. Y no es mal plan.
La noche del lunes se caracterizó por un ambiente puramente familiar. Bastaba con asomarse a las casetas para comprobar que un año más los almerienses se habían dado cita para cenar después de haber pasado, cómo no, por los cacharricos y antes de irse a bailar hasta que el cuerpo diga basta.
Familias como las de los García o los Blanes conseguían congregar cada una a más de 10 de sus miembros, entre abuelos, hijos, nietos e incluso algún biznieto. En su mesa no faltaban los bocadillos y buenos platos de jamón. Tampoco las bebidas con las que refrescarse después de dar un largo paseo por el “maravilloso” recinto ferial y después de unos cuantos viajes en las atracciones favoritas de los más pequeños de la casa.
Tampoco faltaron a la tradicional cita con la Feria los compañeros de trabajo. Abogados, profesores, médicos... hicieron un hueco para disfrutar de un rato agradable también fuera de su puesto. Tampoco faltaron los políticos que, cada uno en sus casetas de partido, ya sea en el PP, PSOE o IU, disfrutaron de una estupenda velada el lunes por la noche.
Era tal el ambiente que en las casetas de la Feria no parecía que fuese lunes, al menos no un lunes cualquiera. Y es que cuando uno sabe que aún hay muchos días de diversión por delante, el inicio de la semana se hace mucho más ameno. En el recinto fue todo alegría, color y diversión. Mucha diversión.